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jueves, 18 de febrero de 2021

EL FANATISMO EN EL DERECHO PENAL

 

EL FANATISMO EN EL DERECHO PENAL

 

Por: Jorge Arturo Abello Gual

 

Una causa recurrente de delitos es el fanatismo. Este es un fenómeno social, que hace que muchas personas, por diferentes motivos, entre los más comunes, los políticos, los religiosos, los deportivos, se enfrenten y lleguen a la agresión verbal y física, llegando inclusive al homicidio. Si tomamos ejemplos como las matanzas realizadas por los nazis en Alemania, los bolcheviques en Rusia, los revolucionarios franceses, cubanos y chinos en sus respectivos países, y los regímenes de terror que montaron dictaduras del cono sur, podemos estudiar lo que el fanatismo político puede generar en las sociedades.

Igualmente, en los deportes, por ejemplo, el fanatismo genera que los hinchas de dos equipos rivales se enfrentan entre sí, y son capaces de matarse en riñas callejeras por un color, un escudo o una bandera.

En el tema de la religión, el fanatismo llevó a las cruzadas a naciones cristianas en contra de los pueblos musulmanes, y de igual manera, se han presentado ataques musulmanes en contra de infieles (cristianos y judíos), con el pretexto de la Yihad o guerra santa. En Europa la guerra de los supremos, llevó a que católicos y protestantes (Luteranos y Calvinistas) se enfrentaran, e igualmente en Irlanda se creó un grupo terrorista -el IRA- en medio de conflictos entre católicos y protestantes.

El fanatismo es entendido como “un comportamiento desvirtuado de la realidad lógica que enajena a quien la demuestra hasta tal punto que se cree superior a los demás y no acepta que otros que piensen diferente pueden tener la razón”[1]

Podríamos tomar como una guía la siguiente definición de fanatismo y sus consecuencias:

“El fanatismo supone una adhesión incondicional a una causa. La mencionada ceguera que produce el apasionamiento lleva a que el fanático se comporte, en ocasiones, de manera violenta e irracional. El fanático está convencido de que su idea es la mejor y la única válida, por lo que menosprecia las opiniones de los demás.

De esta manera, podríamos determinar que el fanatismo se sustenta o identifica por cinco principales señas de identidad: el deseo de imponer sus propias ideas, el despreciar a quienes son diferentes, el basarse en una serie de ideas que son incuestionables, el tener una visión “cuadriculada” de las cosas pues todo es blanco o negro, y finalmente el carecer por competo de todo espíritu crítico.”[2]

Como podemos observar, el fanático es una persona que acoge una idea, y la plantea como una verdad absoluta, y es incapaz de cuestionarla o de dejar que otros la cuestionen, convirtiéndose en un defensor exagerado de una idea, hasta llegar a agredir o matar a los que se muestren en contra. Se menciona incluso, en lo relativo al fanatismo político lo siguiente:

 

“La falta de racionalidad puede llegar a tal extremo que, por el fanatismo, una persona mate a otra. Cuando el fanatismo llega al poder político, suele desarrollar todo un sistema para la imposición de sus creencias, castigando a los opositores con la cárcel o incluso la muerte.”[3]

 

Precisamente, desde la sociología, se concibe al fanatismo como:

 

“… un sentimiento expresado por una persona o grupo de personas que defienden “de manera exagerada y apasionada” sus creencias religiosas, políticas, artísticas o deportivas. No en vano, los casos que se conocen de personas que asumen este tipo de conductas, las muestran como aferradas a sus convicciones, las defienden con pasión, hasta el punto de considerar sus enemigos a quienes no comparten sus ideas o las refutan.”[4]

 

Así entonces, nos encontramos con que el fanático no solo se aferra a una idea y la defiende de manera exagerada, sino que es capaz de agredir a todos sus contradictores, al considerarlos sus enemigos. Cuando consideras a una persona como enemiga, te encuentras en una guerra contra ella, y la guerra es una situación donde despojas a los enemigos de sus derechos, y la concibes como una “no persona”, ese es el sustento también del derecho penal del enemigo. Este comportamiento es explicado desde la psicología de la siguiente manera:

 

“La psicología afirma que el fanatismo surge a partir de la necesidad de seguridad que experimentan las personas que, justamente, son inseguras. Se trata de una especie de compensación frente a un sentimiento de inferioridad.”[5]

 

También desde el punto de vista de la psicología, se afirma lo siguiente:

“el fanático llega a serlo porque carece de cosas en las que apoyarse o que le llenen sus vacíos y sean afectivos, espirituales, económicos o de otra índole.

Ello puede ser el inicio de un apego desmedido y terminar en fanatismo.”[6]

Es decir, que el fanatismo surge de las inseguridades afectivas de la persona, que termina por creer y aferrarse a una idea, para llenarlos. Una vez se siente seguro y tranquilo, cualquier contradicción le genera inestabilidad, y lo afecta. Su reacción puede ser explicada de la siguiente manera:

“en el fanático hay algo de omnipotencia y crueldad.

“Esa es su capa protectora porque algunos autores lo ven como una protección contra la psicosis. Una persona fanática nunca acepta incertidumbre, evolución y cambio de la vida, no acepta el misterio, ni lo que los sabios saben justo porque es algo omnipotente, y no concibe la duda”.

Y agrega que el fanatismo es una forma de anticonocimiento porque las personas durante su desarrollo se crean sus propios conceptos con lo que les muestra su entorno, es decir aceptan la realidad que hay a su alrededor, pero el fanático no se nutre de realidades.”[7]

El fanatismo es sin duda un problema, puesto que crea reacciones irracionales, por comprender la realidad en blanco y negro, donde solo hay dos opciones: o en contra, o a favor. No existe una escala de grises, exponen sus ideas como verdades absolutas, omiten o suprimen las contradicciones o defectos de sus posturas, y exaltan los de sus opositores, y son capaces de inventar falacias para desprestigiarlos, y para exaltar las bondades de su posición.

La lógica presente en todos los hombres, exige como principio la coherencia, que exige la ausencia de contradicción. Por lo tanto, es propio de todo ser racional no incurrir por lógica en contradicciones. Así que cuando se genera una contradicción, lo lógico es resolverla y crear una respuesta o una solución lógica. Cuando se es un fanático, no se acepta la contradicción, ni la corrección lógica, se crea una falacia, que es un argumento falso, creado intencionalmente (sofismas) o por negligencia (paralogismo).

Si para algunas comunidades cristianas, beber licor es un pecado, ¿Por qué el primer milagro de Jesús fue convertir el agua en vino para una fiesta? Si Dios nos ama ¿Por qué las personas buenas sufren cosas malas? Si todos los hombres somos iguales ante los ojos de Dios, ¿Por qué las mujeres deben ser dóciles y serviles a sus esposos?

Frente a un cuestionamiento de una idea, las contradicciones deben ser asumidas dentro de un debate racional. Si la contradicción no puede ser superada lógicamente, debe ser aceptada, es decir, debe aceptarse que es verdadera.

También se debe entender que toda persona que sostiene una idea, tendrá el deber de soportarla. Si esa idea no puede soportarse, debe ser descartada como inválida.

Frente a estos temas lógico-argumentativos, los fanáticos plantean una justificación falsa o engañosa, con un cinismo absoluto. Es también una reacción humana, tratar siempre de justificar las acciones, así sean insostenibles. Los nazis justificaban sus actuaciones durante la segunda guerra mundial. Igualmente, se justificarían Stalin, Milosevic, Sadan Husein, Fidel Castro, Pinochet y muchos otros dictadores de izquierda y de derecha. Sería muy duro reconocer de su parte que toda su vida estuvo equivocada.

Ahora bien, desde el punto de vista lógico-argumentativo, hay que tener en cuenta que pueden existir dos argumentos totalmente contradictorios, pero igualmente válidos. Por tanto, en la argumentación no hay forma de establecer a veces un ganador o un perdedor. Desde el punto de vista jurídico, se plantean que existen casos fáciles, que tienen una solución aceptable por encima del 95%; unos casos difíciles que tendrían una solución aceptable en un 80%; y unos casos trágicos que tendrían una solución aceptable del 60%. De esta manera, se entienden que los casos difíciles y trágicos, el derecho deja la puerta abierta para una reconsideración hacia futuro, y una posibilidad de variar la posición y de cambiarla si en otras circunstancias y en otros tiempos, se puede aceptar una postura diferente.

El fanatismo con su lógica circular, no permite ni la contradicción, ni la controversia, ni la objeción, ni la posibilidad de cambio, es como decir que la Tierra es plana y el sol gira alrededor de ella, y todo el que refute esa verdad, comete una herejía. Si un fanático llega al poder, la libertad de pensamiento y la libertad de culto serían sus principales objetivos a destruir. Impondría su visión sobre temas como la dosis personal, sobre los derechos de las parejas del mismo sexo, sobre el aborto y sobre la eutanasia, sin dar campo a la diferencia de pensamientos, ni a la protección de los derechos de las minorías. Todo lo que esté fuera de su visión, o su pensamiento, no existe, o debe desaparecer.

El fanatismo es una visión de un individuo que puede convertirse en una de grupo, y no depende de un partido o una religión, es que como se dijo, ocurre cuando una persona se aferra a una idea, y reacciona de manera irracional frente a su contrario, no reconoce las falencias que tiene su posición, y desconoce las bondades de sus opositores. Llega a considerar a sus opositores como enemigos, y como tales, se sumerge en una guerra en su contra, llegando a veces a desconocerles su condición de seres humanos y seres racionales, rebajándolos a animales u objetos, dentro de una falsa visión de superioridad y arrogancia.

Así, pues en lo político, el reto no es ser de izquierda o de derecha, sino del centro.

En lo religioso, el reto es ser espiritualmente equilibrado entre lo que crees y lo que haces.

Y en lo deportivo, saber que se gana y se pierde.

En en Derecho penal, un fanático se convierte en un problema cuando:

1)    Crea un grupo armado radical o terrorista, que realiza actos bárbaros para alcanzar con sus fines.

2)   Llega al poder y comienza a hostigar y a matar a sus opositores.

3)   Cuando crea una secta que hace prácticas que violan a mujeres y niños.

4)   Y en general cuando logra unir a un grupo de personas, con el firme objetivo de hacerle daño o acabar con las personas que piensan diferente.



[1] UTRIA, Miguel. El fanatismo, sus riesgos y el rol de las familias en estos casos. En el diario el Heraldo, 31 de enero de 2021 publicado en la siguiente página web: https://www.elheraldo.co/sociedad/el-fanatismo-sus-riesgos-y-el-rol-de-las-familias-en-estos-casos-791226 consultada el 18 de Febrero de 2021

[2] Definición de fanatismo. En la página web denominada definición de, encontrada en la siguiente página web: https://definicion.de/fanatismo/ consultada el 18 de febrero de 2021

[3] Ob. Cit.

[4] Opinión del profesor Jorge Eliecer Bolívar (Sociologo) sobre el fanatismo en una entrevista contenida en el siguiente artículo: UTRIA, Miguel. El fanatismo, sus riesgos y el rol de las familias en estos casos. En el diario el Heraldo, 31 de enero de 2021 publicado en la siguiente página web: https://www.elheraldo.co/sociedad/el-fanatismo-sus-riesgos-y-el-rol-de-las-familias-en-estos-casos-791226 consultada el 18 de Febrero de 2021

 

[5] Definición de fanatismo. Ob cit.

[6] Opinión de Jair Vega (psicólogo), en la entrevista: UTRIA, Miguel. El fanatismo, sus riesgos y el rol de las familias en estos casos. En el diario el Heraldo, 31 de enero de 2021 publicado en la siguiente página web: https://www.elheraldo.co/sociedad/el-fanatismo-sus-riesgos-y-el-rol-de-las-familias-en-estos-casos-791226 consultada el 18 de Febrero de 2021

 

[7] Opinión dada por María Eugenia Reátiga (psicóloga) , en la entrevista: UTRIA, Miguel. El fanatismo, sus riesgos y el rol de las familias en estos casos. En el diario el Heraldo, 31 de enero de 2021 publicado en la siguiente página web: https://www.elheraldo.co/sociedad/el-fanatismo-sus-riesgos-y-el-rol-de-las-familias-en-estos-casos-791226 consultada el 18 de Febrero de 2021