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domingo, 3 de diciembre de 2023

¿QUE PASA EN EL CEREBRO DE UN PSICOPATA?

 





¿QUE PASA EN EL CEREBRO DE UN PSICOPATA?

 

EL PERFIL COMPORTAMENTAL DEL PSICOPATA.

Uno de los mayores problemas del derecho penal son los psicópatas. Son los delincuentes más peligrosos y más proclives a delinquir o a reincidir. Se han definido como personas malvadas sin capacidad de empatía, y de bajo sentimiento de culpa, muy proclives a convertirse en asesinos seriales o violadores seriales.

Se plantea que padecen de capacidades sociales, al carecer de empatía no comprenden los sentimientos o las conductas de los demás, y a su vez, se sienten incomprendidos, debido a ello, cargan un odio hacia la sociedad que no los comprenden, y comenten sus delitos como forma de protesta o rebelión hacia esa sociedad que los satura y oprime.

“Un tipo sin conciencia, ajeno a la comunidad moral, por cuanto que las emociones morales características del ser humano le son ajenas o como mucho un eco lejano. En el psicópata están plenas las emociones morales negativas como la envidia, la ira o el odio, pero las de naturaleza positiva (empatía, compasión, responsabilidad, afecto, piedad, lealtad) no resultan disponibles en sus recursos cerebrales. Esto es una limitación muy grave para una integración real (no simulada) en el tejido social que conforma su mundo, y en particular en el bienestar de aquellas personas que están más cerca de él. Por eso decimos que el psicópata aprende a simular las emociones; con la práctica, particularmente si no proviene de un ambiente marginado y ha tenido oportunidades para educarse y prosperar laboralmente de un modo normal, va registrando qué tipo de expresiones son las convenientes de acuerdo con el contexto en el que se desenvuelve.” (Garrido, 2018)

Además de las limitaciones sociales antes dichas, que les impiden relacionarse bien con otras personas, los psicópatas también tienen limitaciones afectivas:

“… falta de consciencia (no hay moral que le vincule y por ello no hay sentimiento de culpa ni remordimientos), incapacidad de amar o, lo que es lo mismo, afectos superficiales egocéntricos y un pobre juicio moral, no porque no sepa lo que esta bien o mal, sino porque el psicópata le resultan incognoscibles las sutilezas emocionales y los elementos del contexto que son apropiados para comprender la valoración moral de los hechos.” (Garrido, 2018)

Ahora bien, las características de un psicópata pueden variar y combinarse, de acuerdo con el desarrollo de la personalidad y las circunstancias familiares y ambientales, y lo más importante aún, hay que decir que no todos los psicópatas desarrollan el perfil de asesino, pues hay psicópatas integrados en la sociedad, que no cometen actos violentos:

“Una gran mayoría de los psicópatas están integrados: nunca han pisado una cárcel ni lo harán, porque son capaces de controlar sus deseos de explotación del otro sin incurrir en la violencia. El término psicópata pues no es sinónimo de asesino en serie: si bien la mayoría de los asesinos seriales son psicópatas, a su vez la gran mayoría de éstos no son asesinos en serie; de hecho la mayoría ni siquiera son delincuentes violentos eso no significa que sean ciudadanos modelos: son capaces de pasar su vida entre nosotros sin llamar la atención de las autoridades, aunque, por otra parte, la lógica nos lleva a concluir que detrás de las desapariciones y crímenes sin resolver que se producen cada año debe esta la mano de psicópatas integrados, es decir, no detectados ni identificados.

En ocasiones podemos vislumbrar la clara influencia de la psicopatía cuando un sujeto integrado comete un hecho brutal.” (Garrido, 2018)

En este planteamiento, se considera importante, que sí existen psicópatas integrados en la sociedad, que no han realizado delitos, pero que realizan otro tipo de conductas para satisfacer sus deseos de explotación del otro.

 

EL FUNCIONAMIENTO DEL CEREBRO EN EL PSICOPATA.

 

De acuerdo con varios estudios que se han realizado, patrón comportamental de un psicópata tiene una explicación científica, según el profesor Garrido (2003) los cerebros de los psicópatas tienen unas características muy peculiares, que influyen en su comportamiento.

La primera de ellas, es un reducido funcionamiento prefrontal del cerebro, área del cerebro que controla los impulsos primitivos. En virtud de ello, el sujeto tiende a comportamientos arriesgados, irresponsables, e ilegales, a su vez sucumben a los impulsos y tienden a la agresividad y a la violencia. Por otra parte, el bajo funcionamiento prefrontal del cerebro disminuye la capacidad para resolver problemas, y afecta la socialización, para tratar problemas, por lo cual tiende a la violencia y la agresión. También reduce la capacidad para pensar y racionar, y con ello, tiende al fracaso escolar, a problemas económicos y por frustración, una tendencia a la vida delictiva y violenta. (Garrido, 2003)

Baja actividad en el lado izquierdo prefrontal del cerebro, con lo cual se disminuye el raciocinio y la lógica, generando el fracaso escolar y la tendencia a la violencia. Igualmente, la baja actividad de esta parte del cerebro, disminuye el control sobre las emociones negativas que se originan en el lado derecho del cerebro. En igual sentido, un bajo funcionamiento del lado izquierdo que comprende la amígdala, el hipocampo y el tálamo, genera problema para comprender las emociones y de los estímulos afectivos. (Garrido, 2003) También se demostró a través de un estudio, que los psicópatas tienen menor sobresalto, frente a estímulos aversivos, y además que no aprecian el significado emocional de un evento.

El profesor Raine (citado por Garrido, 2003), considera que los maltratos físicos desde bebé y desde niño, pueden causar que las fibras blancas que ligan la corteza con otras estructuras cerebrales se rompan, dejando a todo el cerebro libre del control frontal. El maltrato, puede generar un trauma que puede generar una enfermedad neurológica o psiquiátrica que impide el control de los impulsos violentos. Así mismo, las lesiones cerebrales cuando afectan la parte prefrontal, generan un funcionamiento errático del cerebro que también impide los impulsos violentos (Garrido, 2003).

En todo caso, los estudios de los psicópatas, se ha comprobado que los niños sometidos al maltrato y a ambientes de caos, desarrollan en la vida adulta comportamientos antisociales y delincuenciales. Igualmente, se ha logrado también establecer que los psicópatas tienen en común, ausencia de vínculos afectivos con los padres, la ausencia de la atención materna, y haber tenido un padre con rasgos psicópatas, por lo cual, también se cree que es hereditario. (Garrido, 2003)

Por último, advertir los rasgos psicópatas de acuerdo con los estudios (Garrido, 2003):

Locuaz en su discurso

Sentido desmesurado de autovalía (egocentrismo)

Mentiroso por naturaleza

Estafador.

Afecto superficial, incapaz de profundizar las relaciones que establece.

Insensible y despreocupado por los derechos de los demás.

No siente culpa.

No se responsabilidad de sus propias acciones.

Apático con cualquier actividad productiva.

Impulsivo, se guía por sus deseos y caprichos.

Irresponsable, realiza acciones que colocan en peligro su propia vida o la de otros.

Parasitario, vive de los demás.

No tiene metas ni objetivos claros en la vida.

Versatilidad criminal

 

 

LOS PSICOPATAS DESDE EL PSICOANÁLISIS.

 

De acuerdo con algunos autores del psicoanálisis, el psicópata es una persona que no desarrollo el superyó, y que se deja llevar por sus instintos más básicos:

“… es preciso hacer una distinción entre el criminal neurótico y el criminal psicópata, puesto que en el criminal psicópata puro los actos delictivos no son una consecuencia de conflictos psíquicos, sino una libre exteriorización de la personalidad fálico narcisista.” (Jiménez, 1982. pág. 48)

En este orden de ideas, el psicópata no tiene el conflicto entre el yo y el superyó, y su comportamiento delictivo se origina del demostrar su superioridad frente a la sociedad y frente a la víctima.

Otra postura del psicoanálisis del psicópata es la siguiente:

“Los actos delictivos del psicópata criminal pueden compararse a los actos de un perverso sexual, los que, sabemos, no son una exteriorización pura y libre de un instinto parcial, sino que son consecuencias de represiones y de otras elaboraciones psíquicas de los instintos, a consecuencia de la actuación del superyó.” (Jiménez. 1982. Pág. 49)

De acuerdo con esta postura, el psicópata no es que deje libre sus instintos, y que no tenga un superyó, al contrario, el superyó se crea de forma anómala, y produce unas represiones tan fuertes, que el psicópata se siente liberado al realizar el delito, por lo que su conducta obedece a un acto de rebeldía frente a la represión que el siente interiormente.

“… la teoría psicoanalítica afirma que aun antes de la creación del superyó el individuo fálico (si es que este individuo existe en estas condiciones) reconoce la existencia inhibidora del mundo exterior y no satisface sus instintos en plena libertad, como lo demuestra también la existencia en él de temores.” (Jiménez, 1982. pág. 49)

Así las cosas, es de considerar que el psicópata en efecto si tiene un superyó, teniendo en cuenta es capaz de tener una doble vida, donde en una sigue los parámetros de la vida en sociedad, y en la otra comete delitos con la finalidad liberadora de su personalidad.

También se puede decir, que sí padece de conflictos psíquicos, pues comete los delitos como una forma de rebeldía en contra de la sociedad que no lo comprende y que él no comprende -debido a su incapacidad de empatizar con otros-, por lo que reacciona a una represión interna y externa, a través del delito.

Ahora bien, a diferencia de otros criminales, el psicópata tiene un componente narcisista, dirigido a demostrar su superioridad frente a la víctima a la cual agrede sin consideración, demostrándole así que es superior y que está vencida y humillada. Igualmente, el comportamiento delictivo del psicópata tiene la finalidad de demostrar su superioridad a la sociedad, enviando un mensaje de mira todo lo que hago y no eres capaz de hacerme nada, no puedes enfrentarte a mí, o no puedes atraparme.

De ese trastorno narcisista se deriva el hecho, de darse un nombre importante, de que no lo confundan con otros que el considera inferiores, que no digan lo que realmente ocurrió y que le resten importancia a sus actos, o le quiten el factor de inteligencia o creatividad de los mismos. ¿Quieres provocar a un psicópata? Ataca su ego.

 

LA PSICOPATÍA COMO ESTRATEGIA DE VIDA

 

Otra teoría sobre lo que ocurre con los psicópatas, plantea un enfoque diferente basado, en que los psicópatas no presentan lesiones cerebrales relevantes, y si las presentan son mínimas, de tal forma, que lo que se plantea son problemas del funcionamiento de partes del cerebro, pero no lesiones.

En virtud de ello, se plantea la psicopatía como una estrategia de vida, en la cual:

“… la toma de riesgos, la búsqueda de sensaciones, la insensibilidad al castigo, la promiscuidad, la manipulación, el engaño y la violencia produjeron una reproducción exitosa en ambientes ancestrales. (…)

Es decir, actuar impulsivamente en pos del refuerzo sin mirar los costos del castigo, no sentirse afectado por las emociones negativas (especialmente si afectan a otros), y no preocuparse por el bienestar de los demás son aspectos del psicópata que se relacionan con estrategias de reproducción que funcionaron bien en periodos prehistóricos y posiblemente en determinadas sociedades contemporáneas.” (Garrido,2003)

De acuerdo con esta tesis, la psicopatía se desarrolla como un modo de supervivencia totalmente egoísta, en tiempo de caos, y donde no exista una sociedad organizada y pacífica. La psicopatía sería como una personalidad adaptada a un medio apocalíptico, en guerra o de extinción, y que no estaría acorde con los parámetros de la sociedad moderna, por lo tanto, siempre chocará con ella, por ser minoría, y por representar lo opuesto a la paz, la tranquilidad y el respeto por la convivencia en sociedad. Así un psicópata representa a un personaje que mata a muchas personas por una idea, sin sentir remordimiento, y su triunfo es haber sobrevivido, una idea muy reproducida en los villanos de las historias, e incluso de algunos héroes, donde se enaltece la personalidad psicópata.

 

A MODO DE SINTESIS

 

En síntesis, convivimos con psicópatas, los hemos sufrido cuando alguno ha llegado al poder como Hitler y Stalin, les tememos, pero en ocasiones los exaltamos. La sociedad los mira con desconfianza y con odio, y ellos, odian a la sociedad y no sienten empatía con ella.

Se puede decir que son un tipo de persona inadaptada y de gran peligro, con unos rasgos muy característicos, sin que todos lleguen a ser asesinos en serie, pues es un rasgo que se desarrolla no en todos los psicópatas, quienes también tienden a dedicarse a otros delitos, como las estafas, los hurtos, los secuestros, las extorsiones, los delitos culposos, los de fraude, entre otros, teniendo en cuentas sus rasgos particulares, como se dijo anteriormente, pues puede ser un gran estafador, ya que tiene el don de la palabra, es mentiroso por excelencia y tiende a engañar y estafar. Puede ser un asesino o un jefe de mafia, un presidente de un país, o un gerente de una multinacional, y llegan hasta allá, valiéndose de sus rasgos, egocentrismo, mentiras, intimidación y violencia.

Se puede predecir que tienen la mayor tendencia a reincidir en actos criminales, por su falta de control de sus impulsos, y a pesar de que existen tratamientos que pueden mejorar su conducta, no existe un tratamiento científico que pueda garantizar una transformación total. El psicópata tiene mayor riesgo de reincidencia de los delincuentes sexuales, y pone en jaque la resocialización como fin de la pena.

Luego de que delinquen, a los psicópatas se les debe perseguir y judicializar lo más pronto y eficazmente posible, de lo contrario, la impunidad, aumentará el número de víctimas. Su persecución los hace más peligrosos y su seguimiento noticioso, le alimenta el ego, lo vuelve famoso y motiva a otros a imitarlo.

 

 

BIBLIOGRAFIA

 

Garrido, Vicente (2003) Psicópatas y otros delincuentes violentos. Tirand lo blanch. Valencia.

Garrido, Vicente (2018) Asesinos múltiples y otros depredadores sociales. Ariel.

Jiménez, Luis (1982) Psicoanálisis criminal. Sexta edición. Ediciones Depalma. Buenos Aires.

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