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domingo, 25 de junio de 2017

LA RESOCIALIZACIÓN EN PROCESOS DE JUSTICIA TRANSICIONAL COMO EL DE COLOMBIA.

Por: Jorge Arturo Abello Gual.

Introducción al contexto social colombiano del conflicto.

El proceso de paz por el que viene atravesando la sociedad colombiana, mediante el cual se busca lograr la reconciliación y el fin del conflicto armado con la guerrilla de las FARC, es un proceso complejo, traumático y netamente político.

No es fácil concebir que los guerrilleros se conviertan en las nuevas figuras políticas, y den discursos con alto contenido cínico, exaltando los fines de su lucha y ocultando la cruda verdad de una delincuencia común enmascarada con el supuesto actuar de un delito político (motivado por fines altruistas de mejorar las condiciones de los más necesitados del país) y las barbaridades que se cometieron a lo largo de todo el conflicto.

El proceso es complejo, porque los compromisos son grandes y aún no se han cumplido, desmantelar el narcotráfico, desactivar campos minados, entregar las armas, y lograr el cese total de las actividades delincuenciales, son los temas más complejos de un proceso de paz, sobre todo el de buscar suspender totalmente los actos de violencia que desafortunadamente no se ha podido lograr en los territorios rurales de influencia guerrillera.

Sin embargo, hay un punto que sin duda es de resaltar y es el cese de hostilidades, y con ello, el fin del combate armado entre el ejército y las FARC,  la disminución casi total de las bajas en conflicto, y el cese del hostigamiento de la guerrilla a las poblaciones civiles.

Pero con esos logros no se puede cantar victoria. El conflicto armado colombiano sigue, muta y se está acomodando a las circunstancias. Hoy existen otros grupos armados al margen de la Ley denominados bandas criminales, que continúan con toda la herencia de la violencia del conflicto armado, y que hasta el momento han sido muy difíciles de combatir. Igualmente, se habla de grupos de disidencia de las FARC., que son grupos que se revelaron a los altos mandos del grupo guerrillero y siguen delinquiendo. Y existe otro grupo guerrillero como el ELN que se encuentra en negociaciones con el Gobierno colombiano pero que sigue operando militarmente.

Es de notar que se han disminuido los combates entre los grupos al margen de la Ley y la fuerza pública, pero por otra parte, sigue el narcotráfico, la extorsión, el secuestro y todo tipo de presiones hacia la población civil, y ni que decir de los efectos nocivos de estas actividades en contra del medio ambiente (porque narcotráfico genera desforestación y la minería ilegal destruye los suelos y los ríos del país).

En suma parece preocupante, que mientras existe un cese de hostilidades entre el Gobierno colombiano y las FARC, otros grupos estén ocupando los territorios que esta guerrilla ha dejado, utilizando los corredores del narcotráfico, y las minas ilegales, para ensanchar su poderío militar y económico, sin que la fuerza pública intervenga y garantice el orden público.

Justicia punitiva, justicia restaurativa y justicia transicional.

En desarrollo de las negociaciones de paz, se ha dado un duro debate sobre los tres modelos de justicia en el campo penal: la justicia punitiva, la justicia restaurativa y la justicia transicional.

La justicia punitiva por regla general encuentra su centro conceptual en el castigo al delincuente. Inicialmente se planteaba como una justicia retributiva donde los ciudadanos le ceden al Estado la potestad de castigar a aquellos que quebranten el contrato social (a los delincuentes). En otras palabras se busca retribuir el daño que realizó el delincuente con otro daño impuesto por el Estado a través de una pena.

Posteriormente, esa justicia punitiva cambió a un concepto de prevención general, en el cual el castigo que se le daba al delincuente buscaba prevenir que el resto de la sociedad delinquiera. Así las cosas los castigos se imponían para trasmitir miedo ejemplarizante a los ciudadanos para que se abstuvieran de realizar los que hicieron los delincuentes. Luego, se planteó una prevención general más razonable, entendida la pena como la negación de la sociedad hacia las conductas delictivas, y como su comprensión del hecho delictuoso como algo malo, digno de rechazo y de castigo. Así las cosas la pena es la forma como la sociedad rechaza el delito, y la legalidad la forma de evitar la pena.
Luego la justicia punitiva cambió a un concepto diferente, donde la pena se le impone al delincuente con la finalidad de resocializarlo y reinsertarlo a la vida nuevamente, luego de un proceso de reeducación, rehabilitación y reinserción social aplicado al delincuente en la cárcel, para que luego de cumplida su condena, se encuentre preparado para retornar a la sociedad.

Posteriormente, de la justicia punitiva concentrada en el delito y en el delincuente, se pasó a una justicia restaurativa, en la que además de tenerse en cuenta al delincuente, se debía tener en cuenta la participación y la protección de los intereses y derechos de las víctimas, más específicamente, a la verdad, a la justicia y a la reparación. Esto implicó un cambio en la filosofía de la justicia penal, concentrada inicialmente en la configuración de los delitos, la captura y enjuiciamiento de los delincuentes, y la imposición y cumplimiento de una condena, para pasar a un proceso en el cual es obligación escuchar a las víctimas de los delitos, el delincuente tiene la oportunidad de ofrecerle perdón y reparación a las víctimas, y las víctimas tienen el derecho a conocer la verdad de lo ocurrido. Con esta concepción de justicia restaurativa, el fin de un proceso penal ya no es lograr que el delincuente cumpla una pena de prisión y que sufra en la cárcel, los fines de esta nueva concepción es preocuparse por la forma en que la víctima continuará su vida después del delito, es decir, si alguien mata a otra persona, el centro del proceso no es imponerle una pena de 25 años, sino qué se puede hacer por los hijos, los padres, el cónyuge de esa persona que murió.

Por otro lado, en los Estados que padecen un conflicto armado como Colombia, existe una tercera concepción de la justicia, a la que se la ha denominado justicia transicional. La justicia transicional es una justicia de excepción, que se aplica solo cuando el Estado quiere pasar de una situación de conflicto a una situación de paz. Así las cosas, la duración de las penas sufre una considerable reducción, de tal manera que delitos de alta gravedad terminan con penas mucho menores a las consagradas en el código penal ordinario, por ejemplo un homicidio en persona protegida que tiene una pena de 40 a 50 años de prisión, puede quedar con una pena de 5 a 8 años. La justificación de ello, es lograr un proceso de transición donde se termine el conflicto, y donde las partes involucradas no aceptarían penas de 40 a 50 años de prisión para acordar la paz.

Cabe aclarar que este tipo de justicia solo se les aplica a las personas involucradas en el conflicto, así que si una persona común realiza un homicidio o un hurto, se le seguirá aplicando el código penal ordinario, lo que sin dudas genera una gran controversia sobre el principio de igualdad, sobre el sentido de la justicia y sobre las justificaciones de las excepciones.

Por otra parte, la justicia transicional debe ir de la mano con la justicia restaurativa, pues es la satisfacción de los derechos de las víctimas en los procesos penales, uno de los principales ítem que legitiman la razón de ser de una justicia transicional. Si no se respetan los derechos de las víctimas, todo fracasa y todos los procesos pueden venirse al piso por faltar a las exigencias de los tratados y convenios internacionales.

La resocialización en un contexto de justicia transicional.

Los modelos de justicia transicional llevan consigo planes de reinserción, de subsidios, de estudios, y de ayuda para los reinsertados que buscan retornar a la vida civil después de un conflicto armando.

Así las cosas, de todos los actores armados del conflicto armado podemos encontrar que unos pueden ser perdonados a través de una amnistía o un indulto, en los que se les otorga un perdón judicial, y no se les aplica ninguna pena. Mientras que otros, por haber cometido delitos atroces, que se constituyen graves faltas al DIH, o graves violaciones a los derechos humanos, deberán cumplir penas alternativas o penas reducidas hasta 8 años de prisión.

Por otro lado, los actores armados que ya estén condenados o que estén detenidos mientras se les sigue un proceso, con la llegada de la justicia transicional, pueden quedar en libertad si han cumplido más de 5 años de prisión.

Las soluciones dadas por la justicia transicional pueden ser razonables dentro de la política dirigida a acabar con el conflicto armado y lograr una transición para una paz estable y duradera. Sin embargo, la norma no deja de generar preocupaciones respecto de los efectos en el contexto social colombiano.
Por una parte, como se mencionó en la introducción de este artículo, el conflicto armado colombiano está mutando, y los focos de violencia que genera el narcotráfico han producido disidencias al interior del grupo guerrillero de las FARC., han reforzado a otros grupos al margen de la Ley como las bandas criminales y el ELN. Por lo que se advierte que si bien ha disminuido la confrontación bélica entre la fuerza pública y las FARC, se ha dejado de lado una de las raíces más fuertes del conflicto como es el narcotráfico, que sigue estando en pie de lucha en todo el territorio nacional. Así que la paz estable y duradera, aún no se ha conseguido.

Por otra parte, veamos tres grupos de personas a las cuales se les está aplicando la justicia transicional:
    
    a)      Los primeros son los delincuentes por convicción, que son aquellos convencidos de que han luchado por una causa justa, y que no reconocerán que su lucha fue en vano. Los cabecillas, los miembros del secretariado de las FARC, los ideólogos, los políticos, son personas que se escudan en un discurso legitimador de sus acciones, que las categorizan como un mal menor o un mal necesario. Gustavo Petro, Carlos Pizarro, Antonio Navarro, Simón Trinidad,  Iván Márquez, Tiro Fijo, Raúl Reyes, tienen este perfil. Imponerle una pena a estos individuos no los va resocializar, y mucho menos reeducar, porque son personas instruidas, y políticamente convencidas de que su lucha no es banal, y que su finalidad es ser escuchados, hacer oposición y tener un estatus político, que se les ha negado. Así que la pena los convierte en mártires y les aumenta su convicción para obtener su estatus político, como un efecto “Nelson Mandela”. Realmente a estos no les importa tanto el mando militar sino su carrera política, por tanto, se reincorporarán rápidamente a la sociedad para hacer política y para ser escuchados.
     b)      Los segundos son los más complejos, y son los mercenarios. Son las personas que se adhieren a una organización delictiva para enriquecerse. Tienen el delito como forma de vida y de trabajo, y solo requieren de una organización criminal para realizarse, ascender y enriquecerse. Los grupos guerrilleros tienen a muchos mercenarios en sus filas, pues son los que les garantizan los recursos y el éxito en las operaciones de extorsión, narcotráfico y combate. Para mantenerlos en sus filas, las organizaciones criminales deben ofrecerles un botín. Los mercenarios no se adscriben a una ideología, sino a su ánimo de lucro, debe haber una producción de recursos continuos a través de diferentes acciones delincuenciales.  Son los mercenarios los que ponen en riesgo la estructura de las organizaciones criminales, porque son los primeros que se amotinan y no siguen las órdenes cuando no existe dinero de por medio, y eso es lo que explica los grupos disidentes en la guerrilla de las FARC. También es muy dado que pasen de una organización a otra sin ningún inconveniente para seguir lucrándose con el delito. El gran problema de la resocialización de estas personas es que si el delito es su forma de trabajar, de no encontrar una alternativa igualmente lucrativa, volverán a delinquir. A este grupo de personas si les interesa tener mando militar, para realizar sus actividades delincuenciales, ellos son los que están pendientes de ascender en la organización, no tanto por la ideología sino por sus hazañas delincuenciales. Si de este grupo de  guerrilleros mercenarios que puedan salir en libertad por la justicia transicional, no logran reinsertarse adecuadamente a través de planes de educación y no logran encontrar alternativas laborales aceptables en un corto tiempo, tendremos un problema muy gran de delincuencia masiva en los campos y las ciudades.
      c)       Los terceros, son los campesinos obligados a tomar las armas en el conflicto armado, son los que fueron objeto de reclutamientos forzados, son los que no tuvieron otra oportunidad para sobrevivir. Estas son personas que no están convencidas políticamente de la causa, y que la delincuencia no es una forma de vida, sino fue lo que les tocó para poder sobrevivir. A estas personas, los planes de reinserción, de resocialización, de reeducación, sí les son útiles. Quieren retornar a la vida civil, y quieren recuperar la vida que les arrancó el conflicto armado, en estos casos la resocialización es un camino fructífero. Sin embargo, si el Gobierno no cumple con los planes debidos de reinserción y resocialización, nuevamente este grupo de personas serán arrastradas por el conflicto armado o por la delincuencia común.

Conclusiones.

El Estado Colombiano debe ser muy cuidadoso con el proceso social que se está realizando, el conflicto armado ha mermado en su intensidad, pero está en un proceso de mutación en el que nuevos actores como las bandas criminales y otros grupos de disidencia guerrillera están viendo como ocupan los territorios antes gobernados por las FARC.

El Gobierno no ha comenzado un proceso de retoma de los territorios de influencia guerrillera de las FARC, y debe hacerlo para garantizar el funcionamiento del Estado de Derecho en esas zonas.

Los programas de resocialización y reinserción social son el punto de quiebre para que se vean los efectos positivos de la justicia transicional. Sin programas de resocialización y reinserción social de los actos armados del conflicto, se corre el riesgo de afectar gravemente la seguridad ciudadana, y la consecución de una paz estable y duradera.

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29 comentarios:

  1. Si bien no es fácil imaginar que los exguerrilleros se conviertan en congresistas, ya es un hecho de debemos afrontar. No asimilar, tragar de lleno o solo tolerar, se trata de confrontar, desafiar, contraponer y justificar todas las ideas que estos puedan plantear a fin de lograr una democracia justa, y en consecuencia la paz.
    Ahora bien, ¿Es correcto que un exguerrillero se convierta en un congresista? Considero que no podemos discriminar a un exguerrillero que movido por causas justas se alzó en contra del gobierno e hizo fuerza para proteger y promover sus pensamientos y propuestas. Con esto me refiero a aquellas guerrillas cuyos miembros coinciden con el primer tipo de integrantes de una guerrilla que menciona el texto: “los ideólogos, los políticos, personas que se escudan en un discurso legitimador de sus acciones, que las categorizan como un mal menor o un mal necesario.” Esto no significa que deban dárseles curules fijas en el congreso, sino permitirles a las guerrillas desmovilizarse y participar como el resto de ciudadanos. Que puedan votar y ser elegidos democráticamente puesto que de acuerdo al texto, al aplicarse una justica transicional se busca un acuerdo que permita la resocialización de los delincuentes aunque se abandone el concepto de una justicia retributiva con el fin de alcanzar un bien más general. Por lo anterior un exguerrillero si podría convertirse en un congresista, si y solo si:
    1. Dicho exguerrillero aspirante a congresista no ha cometido crímenes atroces contra el DIH.
    2. Se llevan a cabo de programas de resocialización y reinserción social exitosamente.
    3. Se detiene la mutación en el que nuevos actores criminales intentan dominar el espacio dejado por las FARC
    4. El Estado lleva su presencia y funcionamiento a todas las zonas del país.
    5. Se mejoren las garantías de estudio y trabajo para los nuevos integrantes de la sociedad.
    El problema de este proceso es que hasta el momento no existe un método para diferenciar a los delincuentes por convicción, los mercenarios y los campesinos obligados, por lo que al intentar no discriminar, también se corre el riesgo de dar oportunidades a esbirros negados a la resocialización, a lo que se le suma el hecho de impunidad pues a través de la combinación entre el artículo 150, numeral 17 y del artículo 201 numeral 2 de la Constitución y del artículo 6 del Protocolo II de los Convenios de Ginebra se dieron indultos y amnistías a exguerrilleros que cometieron crimines atroces (graves faltas al DIH) muy a pesar que la justicia transicional según el texto plantea penas alternativas o penas reducidas hasta 8 años de prisión, no amnistías a delitos graves. Porque como lo dice el texto:
    “La duración de las penas (al aplicar la justicia transicional) sufre una considerable reducción, de tal manera que delitos de alta gravedad terminan con penas mucho menores a las consagradas en el código penal ordinario, por ejemplo un homicidio en persona protegida que tiene una pena de 40 a 50 años de prisión, puede quedar con una pena de 5 a 8 años. (…) Cabe aclarar que este tipo de justicia solo se les aplica a las personas involucradas en el conflicto, así que si una persona común realiza un homicidio o un hurto, se le seguirá aplicando el código penal ordinario”
    En conclusión, un exguerrillero si puede convertirse en un congresista sí este lo hace por medios democráticos como todos los ciudadanos, el Estado otorga las garantías a las víctimas y guerrilleros, Todas las partes cumplen los requisitos mínimos del tratado de paz, se llevan a cabo los programas de resocialización, no se le otorguen amnistías a delincuentes ordinarios (que hayan agredido el DIH) y se realiza el proceso de retoma de los territorios de influencia guerrillera de las FARC.

    DAVID EDUARDO CAMARGO NOSSA
    C.I.U. #200119518

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  2. Teniendo en cuenta las lecturas anteriormente expuestas, es evidente que un exguerrillero tendría posibilidades de ser congresista, ya que guerrillero no solo es el que dispara armas de fuego, extorsiona, ni comete actos delincuenciales tales como el narcotráfico, secuestro o asesinato. Existen guerrilleros ideólogos como expresa la lectura “son aquellos convencidos de que han luchado por una causa justa, y que no reconocerán que su lucha fue en vano. Los cabecillas, los miembros del secretariado de las FARC, los ideólogos, los políticos, son personas que se escudan en un discurso legitimador de sus acciones, que las categorizan como un mal menor o un mal necesario”. Son aquellos llamados luchadores por una causa altruista, que pelean con el propósito de llegar a un objetivo para el bienestar común. Son personas preparadas, educadas e instruidas, que pelean por un ideal como Gustavo Petro, exguerrillero del M-19 y actual candidato a la presidencia. Por consiguiente, si un exguerrillero ideólogo o político tiene opciones de llegar a la presidencia en Colombia, ¿Por qué no podría llegar un exguerrillero al congreso?, además de los requisitos ya impuestos en la constitución política, lo único que evitaría dicho suceso seriamos nosotros los ciudadanos, que está en nuestro poder votar por ellos o no. Por ende, un exguerrillero tiene muchas posibilidades de obtener un puesto en el congreso, viéndose estas aumentadas gracias a la justicia transicional, ya que esta resocialización permite a los exguerrilleros reinsertarse en la vida social muy rápidamente y así poder ejercer su derecho de participar políticamente en el país. El problema radica en la distinción de estos delincuentes, puesto que todos los ex pertenecientes a los grupos armados no participaron solamente por fines altruistas, sino también con el fin de ánimos lucrativos, que los llevó a cometer delitos atroces como el secuestro, la extorsión, asesinato, narcotráfico, entre otros.

    Luis Eduardo Morales Gonzalez
    200087935.

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  3. Si es factible la posibilidad de que un exguerrillero este en el congreso, claro está  luego de haber pasado por un proceso de resocializacion, aunque en este punto  es complicado ya que para hablar de resocializacion tenemos que hablar de justicia,  Que al parecer no va de la mano con la paz que se trata de firmar. Si catalogamos a la guerrilla como delincuentes politicos podriamos hablar de los beneficios de  Amnistía e Indulto pero ¿Que pasa con la justicia  que merecen las víctimas? ¿Para hablar de Paz tenemos que hablar necesariamente de impunidad? Claro que para llegar a un acuerdo es necesario equidad en beneficios, y por eso hablamos del Estado Transicional donde los guerrilleros desmovilizados serán juzgados con una jurisdicción especial, en la cual podremos hablar de Amnistía aunque otorgar este beneficio es aparentemente injusto, es necesario para acabar con esta guerra insulza, es necesario llegar al acuerdo, los crímenes de lesa humanidad seguirán ocurriendo si no alcanzamos la paz, ya que esta guerrilla que es poderosa no la podremos reducir, lo mejor que podemos hacer es perdonar.  A en este punto no deberíamos estar hablando de exguerrileros sino de un congresista.
    María Shelseen Gamarra López
    200126211

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  4. El proceso de paz en Colombia, sin duda alguna es uno de los temas más trascendentales en la historia de nuestro país, puesto que marca un punto de quiebre entre un pasado de guerras y muertes, hacia la búsqueda de la construcción de la paz social, y reparación de las víctimas, que por lo menos, indica un paso muy importante y significativo en el cambio de paradigma en el conflicto armado, por lo que indica el cese unilateral de fuego entre las Fuerzas Militares de Colombia con respecto a uno de los grupos armados más importantes a lo largo de la historia.

    En el acuerdo de paz se otorgan indultos y amnistías a los miembros de las Farc y se reglamentan las condiciones en las que se darán las mismas, por ende esta situación es muy compleja y es fundamental un riguroso tratamiento y estudio ya que para lograr un efectivo acuerdo de paz se requiere cumplir con el deber asumido en los tratados internacionales firmados por Colombia que hacen parte del bloque de constitucionalidad y a su vez, se requiere cumplir con el derecho de las víctimas a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, todo lo mencionado anteriormente a través la justicia transicional empleada por los Estados que padecen un conflicto armado tal como lo es el caso puntual de Colombia.

    El proceso de paz con las Farc tenía un objetivo muy claro que, se podría decir, iba más allá de silenciar los fusiles, que era brindar el cumplimiento del objetivo por el cual comenzaron a delinquir, es decir; que los miembros de esa guerrilla cambiaran las balas por los votos.
    Actualmente los exguerrilleros tienen un partido político: La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), la Corte Constitucional dictaminó exequible, y dejó claro que las Farc no tienen ninguna clase de inhabilidades, haciendo referencia que aunque estos miembros estén sancionados, no pierden sus derechos políticos y que tienen el aval de poder ser congresistas, participar en la política, respaldar candidatos, y tener recursos oficiales para el funcionamiento de su colectividad y centro de pensamiento.

    Por tanto es un hecho que un ex guerrillero de las Farc puede convertirse en congresista, y claro está, debido fundamentalmente a que en el acuerdo de paz se establecen 10 curules en el congreso, pero la disyuntiva se encuentra en todos estos “privilegios” que se les han otorgado a las Farc después de haber cometido delitos de lesa humanidad, entre otros, que desde luego incita a un rechazo a la impunidad, además de una desconfianza que se apodera del pueblo Colombiano implicando un desmérito a la justicia y a la protección de los derechos de la población no privilegiada.
    Para concluir, tomando como referencia las lecturas previamente analizadas, es muy importante exponer lo siguiente:

    1. Si bien ha disminuido la confrontación bélica entre la fuerza pública y las Farc, se ha dejado de lado una de las raíces más fuertes del conflicto como es el narcotráfico, y otros grupos al margen de la ley que sigue estando en pie de lucha en todo el territorio nacional.
    2. La justicia transicional debe estar preparada para aplicar la justicia no solo a los guerrilleros de las Farc, y a los miembros de la fuerza pública, sino a los miembros de la guerrilla del ELN, de los políticos y civiles vinculados con delitos relacionados con el conflicto armado

    Es evidente que estos dos puntos mencionados trabajando en conjunto componen una pieza clave para lograr así un proceso de paz definitivo y total, en donde se comiencen a ver los resultados positivos de dicho acuerdo quedando marcado como precedente para próximos conflictos y soluciones efectivas para todos, tanto para las víctimas, como para los victimarios, que implica un acompañamiento del Gobierno para la implementación de programas de educación y trabajo siguiendo las bases de justicia nacionales e internacionales a fin de que se busquen planes que faciliten la reinserción social de estas personas reestableciendo la paz y la reconstrucción social tan anhelada.

    Zulay Escalante
    200126456

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  5. «Para lograr la paz es necesario derribar los muros de la desconfianza y del odio promoviendo una cultura de reconciliación y solidaridad»
    -Papa Francisco.
    Para nadie es un secreto que el Acuerdo de Paz que se ha llevado a cabo en nuestro país, ha sido un proceso dificultoso y profundo, el cual ha traído consigo grandes alteraciones e impresiones en toda la sociedad Colombiana.
    En suma, se ha consolidado como un procedimiento que ha englobado diversas problemáticas, con relación a los distintos puntos tratados en el Acuerdo, en primer lugar, analizaremos un tema muy polémico y es el problema de la impunidad, es decir, si es coherente y justo que los guerrilleros de las Farc reciban impunidad por los atroces delitos cometidos contra la población civil durante los últimos cincuenta años.
    Y en este orden de ideas, el presidente Juan Manuel Santos afirma:
    “No habrá impunidad, los máximos representantes de delitos atroces serán juzgados”

    Con esto, Santos afirma que garantiza a las víctimas sus derechos, no solo a la justicia sino también a la verdad, la reparación y la no repetición. Esto se ve reflejado en la Jurisdicción especial para la paz (JEP) la cual contempla penas privativas de las libertad de 5, 8 o 20 años de prisión dependiendo de la gravedad del delito y de la voluntad del condenado a entregar verdad y reparar a las víctimas.
    De este modo, el fenómeno de la impunidad es de suma importancia para nuestro país, pues funciona como una vital estrategia para llegar a una negociación de paz con los grupos armados, otorgándoles de esta forma una amnistía o un indulto, en donde se extingue su responsabilidad penal ante la ley. No obstante, estos eventos vendrán acompañado de la transformación de la guerrilla en un partido político, y aquí es donde surge otro punto muy relevante y es el de la resocialización y reinserción de los grupos subversivos a la sociedad civil, el cual constituye el reto mayor que tendrán que enfrentar las FARC, pues, tendrán que mostrar un verdadero proceso de reconversión dentro de la sociedad colombiana y deberán cumplir con los pilares de la justicia transicional, por lo menos, aquellos que tienen que ver con la verdad y la reparación a las víctimas.
    Así mismo, durante el transcurso de estos eventos se requerirá de un valioso acompañamiento del Gobierno para la implementación de programas de educación y trabajo para los miembros de las Farc, a fin de que se construyan planes que faciliten la reinserción social de estas personas.
    Ahora bien, pese a que las condiciones parecen estar dadas, la firma del acuerdo de paz entre las guerrillas y el Gobierno no será el pilar que ponga fin a la violencia que impide el desarrollo rural en el territorio colombiano. Las bandas criminales, herederas de todas las redes de poder violento que han construido por décadas las mafias y los grupos armados, son ya una realidad que compite con el Estado por el dominio de territorios y poblaciones; por lo tanto, el Estado Colombiano debe seguir trabajando para poder exterminar completamente la violencia que azota diariamente al territorio Colombiano y ser capaz de recuperar el dominio territorial total de las zonas rurales del país, con el fin de permitirse alcanzar un gran desarrollo económico e industrial que beneficie a todos.

    Pamela Sejín Cano

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  6. Hace un tiempo atrás era muy difícil para los colombianos pensar en los ex guerrilleros como congresistas, pero en la actualidad esa es una realidad que debería ser aceptada. Colombia lleva mucho tiempo luchando por una paz que no será fácil de alcanzar si no desaparecen por completo los grupos de disidencia guerrillera que han optado por continuar propagando la violencia por el país. Para lograrlo, estos grupos deben ser reintegrados a la sociedad civil a través del debido proceso que esto conlleva. Aquí entra el tema de la impunidad, el cual lleva consigo gran importancia a la hora de la búsqueda de una negociación que lleve a un resultado positivo. Por lo tanto, es claro que es posible el hecho de que un ex guerrillero forme parte del congreso, teniendo antes en cuenta la diferencia entre los hacían parte de estos grupos por convicción de que lo que hacían era por una causa justa y los otros pertenecientes a los grupos que estaban ahí solo para enriquecerse.

    Valerie Yepes Maestre

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  7. Hay que considerar posible la opción de que un ex guerrillero se convierte en congresista, por muy difícil que sea aceptarlo.Un ex guerrillero por el hecho que decidió alzarse en contra el gobierno y luchar por defender sus pensamientos no merece ser rechazado por la sociedad, se trata del primer tipo de personas mencionadas en el texto: “Los ideólogos, los políticos, son personas que se escudan en un discurso legitimador de sus acciones, que las categorizan como un mal menor o un mal necesario”.Un ejemplo claro que se observa hoy en día es Gustavo Petro quien fue ex guerrillero del M-19, primero lo eligieron senador y luego alcalde y actualmente es candidato a la presidencia además cuenta con muchos seguidores y gente que respalda su labor. Así mismo, por medio de la justicia transicional los guerrilleros pueden volver a involucrarse en la sociedad y participar activamente en la política, puesto que ellos no están interesados en las acciones militares, solo quieren participar y ser escuchados en la políticamente. Aunque no todos los guerrilleros tienen este mismo pensamiento, están aquellos quienes se adhieren a una organización delictiva para enriquecerse, los mercenarios. Su resocialización es más compleja, ya que ellos obtienen el sustento a través de delitos y al no encontrar otra forma de trabajo, vuelven a la delincuencia. Es un problema dejar en libertad por justicia transaccional a un grupo de estos, debido que su resocialización puede no ser exitosa y causar delincuencia masiva tanto en el campo como en la ciudad.
    En resumen, un exguerrillero si puede convertirse en congresista si sus intenciones y pensamientos están centrados en la democracia y la justicia, además el estado promueve el cambio de estas personas por medio de procesos de resocialización y reinserción social. Sin embargo, el problema es aquellas personas que participan en el conflicto armado con fines destructivos y no logran adaptarse a la sociedad dejando de lado la delincuencia.

    STEFANNY FERRER A.
    200114699

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  8. Si bien es cierto que el proceso de paz, con la guerrilla de las FARC, ha sido uno de los logros mas grandes que ha tenido el país en las últimas décadas también hay que tener en cuenta el costo real de este proceso. Por la desinformación difundida por las redes sociales y por diferentes medios, gran parte de los colombianos sigue pensando que a estos ex-guerrilleros se les va a dar "carro, casa y beca" porque van a tener subsidios para su manutención, creen que va a haber un indulto general para todos sus crímenes y también van a tener representación política pero bien vayamos por partes.
    Respecto al indulto y los subsidios, de alguna manera seria demasiado difícil o casi imposible llegar a la paz sin brindar la más amplia amnistía posible y sin asegurar que las personas que dejan las armas para unirse a la vida civil puedan tener una calidad de vida digna. Sin embargo esto tiene sus limitaciones, Colombia ha firmado ciertos acuerdos internacionales que hacen parte de su bloque constitucional, perdiendo un poco de soberanía política dentro de su territorio, estos tratados limitan los indultos o amnistías para quienes hayan realizado faltas graves en contra del DIH como el genocidio y graves crímenes de guerra. Sin embargo también se tiene en cuenta a las víctimas y su derecho a saber la verdad, es por esto que se creó en Colombia un órgano extra-judicial conocido como Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición, con el objetivo de esclarecer lo ocurrido, reconocer a las víctimas y promover la convivencia en el país y los ex-combatientes que sean juzgados por Jurisdicción Especial de Paz (JEP) digan la verdad, se comprometan a resarcir los daños y se comprometan a la no repetición de estos tendrán penas mínimas de 5 años de restricción a la libertad sin cárcel y quienes no lo hagan tendrán penas de hasta 8 años de cárcel. Esto quiere decir que no va a haber una impunidad total.
    Por otro lado los subsidios y la educación para estas personas que están acostumbradas a vivir de actividades delincuenciales y estar en la selva con un fusil en sus manos, es fundamental para lograr un efecto positivo ante el proceso de reinserción a la vida civil, minimizando la probabilidad de que se unan a las bandas criminales para convertirse en otro problema para la sociedad.
    Finalmente para los combatientes ideológicos, que actúan con supuestos fines altruistas se les ofrece la posibilidad de participar en el congreso es por esto que algunos colombianos piensan que van convertir al país en comunista, socialista y que vamos a estar como Venezuela o Cuba, lo cual me atrevo a asegurar no será así teniendo como marco de referencia el caso del proceso de paz en Nicaragua donde la guerrilla de ese país, el FSLN, luego del proceso de paz se convirtió en un musculo político importante teniendo mucha aceptación por la población pero aun así no logró moldear el país a su antojo como muchos piensan que pasaría en Colombia, por lo cual estoy de acuerdo que los ex-militantes de las FARC participen activamente en la política, además es preferible verlos diciendo discursos políticos y votando que en las noticias haciendo ataques y disparando en contra de la fuerza pública y la sociedad civil porque al final del día quien va a tener el poder de ponerlos o no en el poder vamos a ser nosotros los ciudadanos.

    Jairo Jose Solera de la Espriella
    200092488

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  9. Las FARC hoy en día, gracias al proceso de paz muchos exguerrilleros han quedado en programas de reinserción y resocialización social, otros han quedado con pequeñas penas impuestas por el gobierno por los delitos de lesa humanidad, es decir se les han dado muchos beneficios y uno de ellos es que puedan estar representantes de ellos en el congreso de la república, aunque no se puede negar que ese grupo ha cometido cientos de actos ilegales y delitos de lesa humanidad que han llamado la atención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y otros grupos que velan por los derechos humanos internacionalmente, los representantes tienen la oportunidad de reivindicarse ante el pueblo colombiano y dar lo mejor para todos . Se podría decir que no todos los guerrilleros tienen esa ideología de estar en el congreso, unos estaban sólo porque eran mercenarios, otros porque estaban obligados, pero los más intelectuales o los que más les interesan de política tienen su puesto asegurado en el congreso, aunque mucha gente no esté de acuerdo.
    Ahora lo que les queda a los colombianos es ver si de verdad los que representan a Las FARC en el congreso están haciendo su labor o están incumpliendo con lo que tienen que hacer.

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  13. Como se menciona en las lecturas, la justicia transicional es una justicia de excepción que existe en los Estados que padecen de un conflicto y aplica cuando éste quiere pasar de tal situación a una de paz, como por ejemplo Colombia. Esta justicia transicional es una de las herramientas que permitiría a Colombia la resolución del tal conflicto mediante la reducción considerable de las penas para las personas involucradas en este, pero sin olvidar la justicia restaurativa que no solo se preocupa por las victimas sino que también vela por sus derechos.
    Además de lo anterior, otro factor importante y que va de la mano con la justicia transicional, es la resocialización de los protagonistas del conflicto a la vida social colombiana lo que busca que estas personas ya sean delincuentes por convicción o simples campesinos que se vieron obligados a tomar el camino de las armas vuelvan a sentirse que son parte de su patria, parte de la sociedad y no un grupo en contra de ella. Una modalidad de resocialización se ve reflejada luego cuando un exguerrillero hace parte del congreso, escenario que muchas veces vemos inadmisible o con malos ojos. Hay que caer en cuenta de que a quienes se les permite esto, son personas que se consideran delincuentes ideológicos, que están convencidos de haber luchado por una causa justa y que tuvieron fines altruistas a la hora de hacer parte de un grupo armado y al mismo tiempo, son escogidas democráticamente.
    Muchas veces no aceptamos esta idea por el concepto de justicia que tenemos. Una numerosa parte de la población colombiana pensará que la justicia punitiva es lo único que debe primar en este asunto y la sitúan como base para la paz, pero también, muchos no entienden que un acuerdo es un arreglo o pacto al cual se llega entre dos partes para solucionar una problemática, en la que ambos CEDEN y NEGOCIAN para un bien en común como por ejemplo nuestro acuerdo de paz. Con esto quiero indicar que, el estado colombiano no ganó el conflicto armado y no logró someter a la guerrilla tras más de 50 años de confrontación. Para alcanzar la paz verdadera se necesita mucho más que penas, se necesita el perdón de la población.
    Por último, es importante recordar que lo señalado como justicia transicional y resocialización son unas de las estrategias para alcanzar la paz y garantizar un mínimo de verdad, justicia, reparación y la no repetición en un país que ha sufrido tanto con la guerra.
    ORIANA CHAMORRO ROMERO

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  14. En la actualidad, hablamos del proceso de paz en Colombia, el cual busca la reconciliación y el fin del conflicto armado con la guerrilla de las FARC. En cuanto a este proceso, como es de esperarse, las personas involucradas no estarían dispuestas a acordar la paz si esto implica que deben pasar muchos años en prisión y sin contar con ciertas garantías por parte del gobierno. Por esto, vemos la resocialización en un contexto de justicia transicional, aunque este modelo de justicia genera mucha controversia entre las personas que se cuestionan sobre donde queda el principio de igualdad, el sentido de la justicia y las justificaciones de las excepciones al aplicar este modelo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que esto se hace con el fin de acabar un conflicto que ha durado tantos años, y que para llegar a un acuerdo ambas partes deben ceder.

    En consecuencia al acuerdo llegado, nos encontramos en un contexto donde los exguerrilleros buscan integrarse a la sociedad e, incluso, participar en nuestro modelo democrático, como es debido. Pero esto genera otra polémica cuando buscan ocupar un puesto en el congreso, y es que es algo difícil de aceptar que alguien que se alzó en armas ahora busque ser elegido para tener ese poder. Sin embargo, debemos recordar que algunos de los que hicieron esto convencidos de que luchaban por una causa justa; por sus ideales y por ser escuchados. Son estos quienes más fácil se reincorporan a la sociedad política.

    Ahora bien, teniendo en cuenta que lo que buscan ellos es ser escuchados, y que quieren dejar de hacerlo a través de armas para cambiarlas por votos y un lugar en nuestro sistema democrático debemos ver esto sin tanto cinismo, ya que a fin de cuentas esto hace parte de la resocialización que implica el acuerdo de paz que busca romper el ciclo de violencia que ha atravesado el país por más de medio siglo.

    José Rafael Castillo Ribeiro
    200087713

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  15. Los inicios de la guerrillas en Colombia tienen su Genesis en un periodo de tiempo en el que estado colombiano es una maquinaria despiadada cuyos principales beneficiarios eran los dirigentes de clase alta y cuyos mayores afectados eran los campesinos y gente de clase baja, gente que vivía en las tierras que por años eran pobladores, productores y prosperadores de ella; eran injustamente sacados de ellas y de ahí es donde viene el problema por la tierras en Colombia, a su vez es uno de los motivos que alimentaron el nacimiento de las guerrillas. Viéndolo desde un punto de vista objetivo, es una posición legitima el levantarse en rebelión contra el estado que te ha descuidado y desprovisto de tu forma de vida. En lo concerniente a lo político también había bastante restricción para la participación de personas con una ideología diferente.

    Entonces, teniendo estos meros precedentes, ¿Por qué no sería lo más lógico que un guerrillero que ha luchado por sus ideales toda su vida, de tener una participación democrática, tenga la oportunidad de expresar sus ideas perteneciendo al congreso? La respuesta a ello se torna mas complicada a lo que pasan los años y la guerrilla empieza a realizar actos terroristas, crímenes contra la población civil, actos ilícitos como el narcotráfico, minería ilegal para poder financiar su poderío militar. Ahí se aprecia un evidente cambio de rol de una victima a un victimario, a un personaje que empieza a ser mucho mas contraproducente de lo que se supone que seria. De esta manera, es muy difícil que la población civil en general pueda ver con buenos ojos que estos *criminales* vayan al “honorable” congreso de la república. Sin embargo, viéndolo con ojos de un colombiano en busca de la paz, en busca de la prosperidad y que quiere un cambio de una vez por todas en su país, lo veo como un precio que nos toca pagar, como algo que nuestros representantes directos en la democracia estuvieron de acuerdo en firmar para acabar con una guerra de más de 50 años.

    En aras de encontrar la paz, siempre hay que dar un poco más, hacer un último sacrificio, que en este caso es el deseo de una justicia completa y ordinaria, a una transicional que contempla amnistías e indultos.
    Si bien es cierto que para los dirigentes del nuevo partido político denominado FARC, conservando su nombre, tendrán asegurados 10 curules en el congreso por dos periodos, es nuestro deber como ciudadanos respetar lo que ya se pactó y con todo el peso de la democracia demostrar, luego de estos dos periodos (en caso de que no estemos de acuerdo) nuestro desacuerdo con la ideología de este partido. Haciendo así, una muerte democrática, mucho más aplastante y pacífica de la que estamos acostumbrados.

    By: Anthony Castillejo Caro
    200119310

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  16. Hay que hacer varias separaciones para comenzar. Esto, con el fin de desligar ese comun pensamiento colombianao de que amarillo, azul y rojo son lo mismo solo porque etsan en la bandera.

    En primera medida, hay que desligar a las FARC de los otros grupos delincuenciales. ¿por qué? porque si bien las FARC hizo mucho daño, nada tienen que ver con el daño que causan los otros, mucho menos tienen ellos que ver con que en colombia no haya paz despues del acuerdo, de manera difrecta, claro está.

    Hay que separar la idea de que un grupo que se arma en contra de un gobierno es lo mismo que una banda criminal que en teoría hace el mal solo por hacerlo. Entonces realmente el argumento de que a un ciudadano ordinario le aplica el codigo penal y a un guerrillero no, es bastante desmesurado.

    Hay que separar a los personajes. No se puede poner a Navarro Wolf y a Petro con Rodrigo Londoño. Esto partiendo de la base de que si bien eran fuerzas subersivas, no representaban los mismos ideales, esto signiica, que no deben ser juzgados por la misma navaja. No es lo mismo una protesta ambiental, que una protesta por la paz, independiente de que ambas sean protestas.

    para concluir, me parece que está muy sesgado el texto, podría mal influenciar a quien no conoce la otra cara del espectro. Que quede claro, en ningun momento he dicho que sea mentira, ni mucho menos; solo que debe tratarse con mas imparcialidad el tema para un mejor manejo y desarrollo del mismo.

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  17. Colombia es un país que ha sido azotado por el conflicto armado por más de 50 años. La violencia ha sido el pan de cada día en muchos departamentos del país, principalmente en regiones dedicadas a actividades primarias como la agricultura y la ganadería, desarrolladas en tierras con gran extensión, es decir que han sido los campesinos los más afectados por este proceso
    En los últimos años, como ya es sabido por todos nosotros, está en curso el llamado “ proceso de paz” con el cual se intenta cesar la guerra y “ reparar” sus efectos, pero no de la manera como los colombianos esperábamos. El conflicto armado despojo a muchas personas de sus tierras (única fuente de ingresos) y obligo a muchos niños a cambiar un lápiz por armas, siendo este un tema que causa demasiada controversia. Pero ¿Puede un ex guerrillero ocupar un lugar en el congreso de la república? Es un asunto que tiene muchos pros y contras, por un lado es difícil olvidar el daño que causo dicho conflicto, cuantas personas inocentes murieron en vano, la cantidad de personas que fueron secuestradas con el único objetivo de obligar al estado a ceder en algunas cosas. Pero por otro lado, hay que tomar en cuenta que estos grupos armados surgieron con el propósito de fomentar un nuevo ideal y defender la igualdad (principio constitucional de Colombia) que gracias al mal dialogo y a la falta de inclusión de algunos sectores no fueron tomados en cuenta, causando así la furia de los “defensores” de estas ideas. Tenemos que revisar muchos puntos a la hora de determinar si es factible o no la participación de estos individuos en política. Si nos damos cuenta actualmente vivimos en un país democrático, que tiene el derecho de elegir a sus propios representantes, los cuales sinceramente no han legislado en favor de los más necesitados, entonces podríamos decir “ Colombia necesita un cambio”, nuevos ideales que podrían ser introducidos al igual que las demás. Al final de cuentas todos somos colombianos y contamos con los mismos derechos y obligaciones, así que no estaría de más probar como seria Colombia con ex guerrilleros legislando, incluyendo sus respectivos intereses en favor de todos los habitantes de Colombia, pero eso si tomando control de que estas decisiones no favorezcan solamente a particulares. Aunque pensándolo bien, los colombianos nos dejamos llevar por prejuicios, apariencias y el pasado que estos individuos llevan consigo pero ¿Conocemos a fondo las intenciones de los respetables congresistas, estudiados y bien vestidos? ¿ Cuánto dinero ha sido desviado por estos sujetos? dinero que nos pertenece a los ciudadanos por ley. Pero… ¿ Qué hacemos cada 4 años? Seguir vendiendo nuestra consciencia por 50 mil pesos que no equivalen ni siquiera un poco a lo que se nos quita ilegalmente durante estos periodos de tiempo. Colombia es lo que nosotros queramos que sea, hay que evitar a toda costa la corrupción y esta tarea está a cargo de nosotros.
    Kerstin Guerrero

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  18. En primer lugar se deben tener en cuenta cuales han sido los beneficios y las consecuencias del proceso de paz en Colombia así como saber, cuales son las propuestas que se quiere con un proceso de paz, los colombianos la mayoría de los colombianos pecan por ignorancia, nos dejamos llevar de emociones y desinformación, es por eso que a la hora de juzgar, decidir y opinar no tenemos en cuenta cuales son las razones por parte y parte para llegar a pensar que puede haber un consenso que de fin a muchos años de guerra y dolor.
    Antes de poder llegar a pensar si un ex guerrillero podría ser congresista podemos determinar diferentes puntos, primero la tolerancia, no podemos vivir en guerra toda la vida es cierto que el conflicto ha dejado herida a toda Colombia de la cual ha sido difícil recuperarse, pero se debe tener en cuenta cuales son las garantías para los ex guerrilleros qué medidas se decidieron tomar con ellos medidas penales según los hechos cometidos, informarse sobre todos los actos que se han consensado en el proceso de paz, hay mucha desinformación en el pueblo colombiano especialmente por estrategias que utilizan las competencias electorales para hacer ver a pueblo cosas que no son, por medio de rede sociales y medios de comunicación, todo ser humano posee derechos y deberes que deben ser ejercidos, aun así en estados unidos la ley es así, en este caso en Colombia debemos ver que los ex guerrilleros han de ser juzgados según sus penas y los colombianos deben saber bien antes de tomar decisiones y creer cosas que no son.
    Por otro lado, la corrupción en Colombia se ve a flor de piel es cierto que lo que hicieron todos los guerrilleros no es justificable en lo más mínimo ya que son delitos de lesa humanidad, genocidios, violación de los derechos fundamentales del ser humano, pero todo esto se debe afrontar y poder ver adelante y pensar que Colombia no soporta más guerra, es así como opino que un ex guerrillero podría ser congresista solo si se lleva un debido proceso penal con el sujeto verificando estrictas condiciones que puedan dar fe que su decisión no afectara el bienestar del país.
    Brayan Andres Delgado Cuadrado

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  19. Sí es posible que un guerrillero se convierta en presidente. Para verificarlo mencionaré algunos casos, tales como:

    -El actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue un guerrillero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), quien después de la victoria de este grupo contra el gobierno de aquel entonces se lanzó a la presidencia en noviembre de 1984 y ganó por un amplio margen de votos.

    -El otro personaje que logró ser presidente fue el ex-guerrillero Fidel Castro, quien desde la Sierra Maestra, lideró el Movimiento de Liberación Nacional. Finalmente, después de esta campaña, entró victorioso a Cuba derrotando así a Fulgencio Batista con lo que logró asumir el poder. Por todo esto, fue considerado más un dictador que un presidente.

    En conclusión, sí es posible que un guerrillero alcance el poder de una nación, bien sea por sus influencias, por elecciones o tomando el poder a la fuerza.

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  20. ¿es posible que un ex guerrillero se convierta en presidente ?
    Si. Si es posible, este fenómeno lo hemos visto a través de los años. Lo hicieron los sur africanos en 1994 cuando le permitieron a Nelson mándela dirigir el destino de su país, también los irlandeses del norte en 1998.en américa latina se presenta un nuevo fenómeno; el de personas que se alzaron en armas contra el estado y que ahora, gracias a los procesos de paz realizados en las regiones durante las últimas décadas llegan al poder por las vías democráticas. El salvador le permitió llegar al poder al ex guerrillero llamado Sánchez ceren que es el presidente actual, en Uruguay José pepe Mujica un ex guerrillero del movimiento de liberación nacional que paso 15 años tras las rejas, además la ex presidenta del Brasil dilma rousseff. Entonces que un vocero de la FARC diga que las intenciones del grupo es llegar a la casa de Nariño no debería extrañar a nadie. Y no debería porque lo han intentado en los últimos 50 años por la vía de las armas, ellos aspiran a dirigir la nación porque el objetivo de todo proceso de paz es la participación política. La incógnita está en si serán capaces de conseguir una mayor representación atreves de los votos si el pueblo colombiano esta dispuesto a olvidar y perdonar todas sus masacres y delitos amparados bajo su ideología; sus opciones para alcanzar el poder a mediano plazo parecen mínimas pero los ex guerrilleros ya se esfuerzan en lanzar mensajes que cualquiera podría cautivar como es la lucha contra la corrupción, paz, reconciliación e igualdad. Entonces una nueva lucha, esta vez por la vía política, acaba de empezar en Colombia.
    Ubaldo David Palma Manotas
    200109327

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  21. Actualmente, una gran parte de colombianos siguen con resentimiento hacia todo lo que tenga que ver con la guerrilla y sus ideologías, pero no es imposible pensar que un ex-guerrillero sea congresista. Primeramente, es tarea del Estado imponer justicia a aquellos mercenarios que sólo buscan poder y dinero, y luego hacer un proceso de reinserción y ubicar a aquellos que simplemente fueron forzados a participar; a aquellos que no abandonan sus ideologías políticas y dicen que su lucha no fue en vano, también se debe hacerles caer en cuenta de que hicieron daño por proteger sus ideas. Por lo cual, es posible que un ex-guerrillero sea congresista, incluso se puede decir que necesario, para sea tarea de cada colombiano escuchar sus ideas y que sean elegidos democráticamente por elección de cada uno.
    Colombia necesita perdonar y seguir adelante, pero el Estado primero debe imponer castigos justos a aquellos que de verdad lo merecen, que la justicia otorgue derechos a las víctimas del conflicto armado, acabar con las bandas criminales, y luego poner en práctica la política para así poder ver a un congresista ex-guerrillero.
    Daniela Otero Rodriguez.
    200094857.

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  22. Colombia es un país que ha vivido por más de 50 años en un conflicto armado a causas de ideologías muy violetas; La FARC – EP, afectaron muchos departamentos del país siendo así las zonas rurales la más afectadas.

    Las FARC-EP su principal objetivo es la participación activa en la política en el gobierno de Colombia, pero teniendo en cuenta que al inicio de sus actos no fueron escuchados, viendo ellos esto decidieron utilizar la violencia como forma de llamar la atención al gobierno colombiano, llevando a Colombia en la zonas rurales un completo caos de violencia, narcotráfico y desmovilización forzada a los campesinos.

    Las FARC-EP dividieron su sistema en dos ramas un brazo ideológico y un brazo armado siendo el segundo encargado del trabajo pesado.

    Teniendo en cuenta esto el gobierno colombiano y la guerrilla desea llegar a un acuerdo transicional en lo cual se va hacer caso omiso de los abusos masivos de sus antecedentes violentos en Colombia, pero esto destruye los valores de cualquier sociedad, pero entonces el gobierno va a tener una resocialización y una retribución a las víctimas lo cual sería un conjunto de justicia transicional.

    ¿Un ex guerrillero puede tener acceso al congreso? si, puede de acuerdo al tratado de paz si se le puede dar participación al congreso, con base a mi opinión considero que es aceptable que dichos ex guerrilleros tengas algunos accesos al congreso por que inicialmente ellos eso eran lo que buscaban, peros si tenemos que hacer un sacrificio grande y dar el perdón para que no hayan más víctimas considero que si se debería.

    Colombia es un vuelvo y reitero es un país que ha vivido mucho años en guerra, considero que este acuerdo de paz se le debe considerar un sí, ya que Colombia necesita un cambio, no solo para nuestro presente si no para el futuro esperado .

    Nicoll Amaranto.
    200110414

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  23. De acuerdo a las lecturas, ¿es posible que un exguerrillero (Farc) se convierta en congresista?

    Teniendo en cuenta algunos aspectos, sí es posible.

    Aunque pueda parecer un absurdo, en el Acuerdo de Paz firmado por el Gobierno de Colombia y las Farc se esclarece que dicha exguerrilla tiene aseguradas cinco curules en la Cámara y cinco en el Senado durante los periodos de elecciones para 2018 y 2022. Esto no quiere decir que cualquier exguerrillero puede llegar al Congreso.

    Para entender esto, primero se debe tener en cuenta que a los exguerrilleros implicados en el conflicto les será aplicada la justicia transicional; los excombatientes serán juzgados bajo condiciones especiales propias del Acuerdo de Paz. A quien se le considere un delincuente político al defender unos ideales sin incurrir en violaciones a los derechos humanos, se le otorgaran indultos y amnistías. Si el individuo ha incurrido en delitos de lesa humanidad, crímenes de guerra y genocidio, pueden recibir 3 tipos de sanciones: cuando el individuo reconoce los crímenes y cuenta la verdad, su pena puede ser de 5 a 8 años. Cuando el individuo no reconoce los crímenes y se niega a contar la verdad, pero luego decidan colaborar antes de que le dicten sentencia, se le privará de su libertan en un periodo de 5 a 8 años. Por último, si el individuo nunca reconoce sus delitos antes de que le dicten sentencia, su pena será de 15 a 20 años (El Tiempo, 2016). Por supuesto, la justicia transicional no puede estar separada de la reparación a las víctimas.

    Según lo que se puede inferir de las lecturas, las personas que tengan un perfil de delincuente político, que se considera un delincuente por convicción, un delincuente ideológico al que le interesa ser escuchado por quienes comparten su pensamiento, pueden convertirse en congresistas y recibir algún indulto o amnistía para que pueda desempeñarse en su cargo.

    Entonces, la impunidad preocupa al ciudadano común, pero al ser un pacto o compromiso entre ambas partes, lo que se busca es que se acabe la guerra al intentar reinsertar a los guerrilleros a la sociedad colombiana siempre y cuando se les reconozcan los derechos a las víctimas del conflicto. Un delincuente ideológico al que se quiera reinsertar, no le sirve una pena de 40 años si lo que pide para acabar el conflicto es participación política. El verdadero problema es aquellos a los que no les interesa reinsertarse sino continuar delinquiendo, ya que no comparten un actuar altruista.

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  24. Que un exguerrillero se convierta en congresista es posible desde luego si ha ocurrido un proceso de resocialización, el cual les permitirá a ellos desmovilizarse y participar políticamente como el resto de los ciudadanos. Cabe resaltar que estas personas se volvieron guerrilleros por defender sus ideales, aunque no todos los que forman parte de estos grupos lo hacen con estos pensamientos varios de ellos se involucran con fines destructivos contra la sociedad, son los mercenarios que se enriquecen a través de actos delictivos, es por esto que la resocialización no en todos los casos es factible ya que no se distingue la clase de guerrilleros, puesto que al aplicar la justicia transicional en uno de ellos conllevaría a presenciar esa misma conducta debido a que si no encuentran un empleo, recaerían en la delincuencia. Sin embargo, otros casos como Gustavo Petro exguerrillero del M-19, quien fue senador y alcalde, hoy en día es candidato a la presidencia. No obstante, nadie merece ser discriminado o rechazado por ser un exguerrillero, estas personas eligieron levantarse contra el gobierno y hacer fuerza para proteger y promover sus pensamientos y propuestas. En síntesis, si se puede convertir un exguerrillero en congresista si sus intereses se basan en democracia y justicia con ayuda de las garantías otorgada por el estado a estas personas y que cumplan con los requisitos establecidos en el proceso de resocialización y reinserción social.

    BERTHA MILENA MANOTAS NEGRETE
    200115480

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  25. Es utópico pensar que de la noche a la mañana la paz va a estar en la puerta de todos. El mismo nombre lo dice: “Proceso de paz”, ¿y que es un proceso? Es un conjunto de fases sucesivas de un hecho complejo, es decir que por partes a poco se va solucionando un problema.
    Si bien el proceso no es perfecto, o como a todos les gustaría que fuera, para solucionar un problema se debe ceder levemente sin llegar a hacer un lado más parcializado que el otro. Teniendo esto en cuenta, partimos a la pregunta de que si un ex guerrillero podría ser congresista, en mi opinión es una realidad que se debería afrontar y respetar en su totalidad porque va a suceder gracias a las 10 curules que se les entregara a las Farc en el proceso de paz. Al igual que el resto del pueblo colombiano tienen derechos a expresar sus ideologías si no ponen en riesgo la integridad de los demás o a las del Estado, muchos de ellos quieren ser escuchados de manera política, no con las armas, no todos se pueden juntar en un mismo grupo puesto a que existen excepciones. Y si se les permite este privilegio es porque ya estarían incorporados a la sociedad, no cualquiera podría serlo.
    En la actualidad tras la entrega de armas de las Farc han tomado fuerzas algunos otros grupos criminales, si. Pero esto no se debería ver como una perdida sino como una pequeña victoria si nos basamos en común dicho “Más vale pájaro en mano, que 100 volando.” De poco se va llegando a la meta, y con el empeño después de tantos años se espera poder cumplir con la paz.
    Nicole Fuentes Borrero
    200114855

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  26. En mi opinión un exguerrillero sí tendría posibilidades de ser congresista, después de que este se someta a un proceso de resocialización como lo explica el texto, ya que no todos los guerrilleros son asesinos, ni narcotraficantes. Existen guerrilleros ideólogos como expresa la lectura “son aquellos convencidos de que han luchado por una causa justa, y que no reconocerán que su lucha fue en vano. Estos últimos lo único que buscan es participación política y ser escuchados.

    Gustavo Petro y Antonio Navarro son dos ejemplos de exguerrilleros en la política. Uno fue el alcalde de la capital de Colombia y el otro fue gobernador del departamento de Nariño. Estando en el poder, jamás han chuzado a sus opositores ni los han perseguido, ni los han expropiado, ni los han mandado a matar. Siempre, independientemente de su ideología y del modelo económico que aplican, han mantenido una actitud legal frente al país y frente a la justicia. No se les conocen escándalos de corrupción. Esto significa que han hecho honor a su lucha y a la palabra empeñada en el momento de desmovilizarse.

    En conclusión, un exguerrillero si puede convertirse en congresista si sus intenciones están en la democracia y la justicia.

    Daniela Gutierrez Eguis
    200115024

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  27. El proceso de paz es uno de los logros alcanzados en los últimos tiempos, un logro que difícilmente se ha podido llevar a cabalidad y cumplir con las promesas establecidas; si bien es cierto que esto ha llegado a ser una ganancia, por parte del cese al fuego y evitar los enfrentamientos, no podemos afirmar que este proceso ha sido un éxito del 100% es una realidad que no se puede ocultar, esto también ha desarrollado un problema social, las bandas criminales cada día son más notorias en las ciudades, la extorción y el tráfico de droga no se ha hecho esperar, aun cuando no existiera enfrentamientos entre el Gobierno y las FARC, hay grupos que han querido ocupar el lugar de este grupo antisocial.
    La resocialización juega un papel fundamental en todo este proceso, los desmovilizados salen con expectativas para retomar una vida social, pero es de anotar que el estado difícilmente pueda llevar a cabo todas estas promesas y etapas de lo planteado en dicho proceso, pues no se ha creado un programa que garantice la rehabilitación de este grupo de personas. Aun cuando existen garantías establecidas en este contrato por parte de del gobierno y los grupos armados hay que tener en cuenta, las víctimas de este conflicto, si bien es cierto que las garantías deben ser tanto para la víctima y el victimario, pues no habrá paz sin justicia, restableciendo los derechos de los campesinos y de todo aquel que haya vivido el flagelo de la violencia.
    Este proceso no es algo fácil de manejar y sobre todo ver resultados de la noche a la mañana, considerando los vacios que en este momento hay, y el impacto que esto ha tenido en la sociedad, quizás en algún momento de forma positiva o de forma negativa dependiendo el contexto y la realidad de cada habitante en Colombia, se deben prestar y tener todas las garantías para llevar a cabo todo lo establecido.

    GABRIELA MANGA. RUBALDO JIMENEZ Y TAHYTIANA ESPITIA.

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  28. El proceso de paz ha sido un gran avance en nuestra sociedad colombiana, pero ha existido fallas en este proceso, como la falta de justicia, mucho a de las cabecilla de las FARC ahora mismo están en el poder como congresistas, y sus discursos son contenidos con un tono burlesco o cínico, y aquí es donde preguntamos donde está la política criminal? Porque no se ejerce el control necesario o correspondiente. Es verdad que el grupo armado las FARC ya no están en el monte, y el digo bilateral ha cesado, pero también es de importancia que ha aumentado la delincuencia común, muchos de los exguerrilleros no saben hacer algo más o ven como más fácil es seguir con la delincuencia, y aquí otra vez preguntamos que pasa con los encargados de socializar a estas personas y enseñarles por medio de talleres que la vida es algo más que un simple fusil? Creemos que ha faltado más control de parte de las autoridades, no sólo fue formar un papel, sino seguir construyendo este proceso de paz y eso requiere invertir tiempo y lo que el gobierno menos le interesa. En Colombia se ha manejado la justicia trasnacional la cual debe ir de la mano con la justicia restaurativa, que las víctimas sientan que le han hecho justicia con un perdón sincero, y no necesariamente pagando 50 años de cárcel, pero aquí en Colombia ni lo uno ni lo otro, lo único que han querido es obtener el poder, y creemos que por este tipo de actos, que el gobierno ha permitido la sociedad colombiana se ha dividido entre izquierda y derecha, lo cual es de saber que un pueblo dividido muy difícil que prospere.
    En las negociaciones de paz, se ha dado un debate sobre los tres modelos de justicia en campo penal:
    1. La justicia punitiva
    2. La justicia restaurativa
    3. La justicia transicional
    En el marco de estas tres, se han planteado diversos enfoques a cada una.
    En el caso de la justicia punitiva, primero, se planteaba a cómo una justicia retributiva donde los ciudadanos le ceden al Estado de castigar a los delincuentes. Después, cambiaron el enfoque y el concepto que le duermen fue más cercano a una prevención general, en el se le daba el castigo al delincuente para que la sociedad no delinquiera, luego, volvió a cambiar de perspectiva, en donde la pena se le impone al delincuente con la finalidad resocializarlo, reinsertarlo a la vida nuevamente, es decir, brindarle un proceso de rehabilitación, de reeducación y reinserción social para que cuando esté lista y cumplida su condena esté listo para reintegrarse a la sociedad.
    En la justicia restaurativa, se debía tener en cuenta además del delincuente, la participación y protección de los intereses y derechos de las víctimas como la verdad, la justicia y la reparación, este está planteado como un proceso en el cual es obligación escuchar a las victimas de los delitos, el delincuente tiene la oportunidad de ofrecerle perdón y reparación a las victimas, y las victimas tienen el derecho a conocer la verdad de lo ocurrido.

    Diana Bermejo, Marcos Ibarra, Jessica Aldana.

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  29. Guillermo Mahecha - Universidad Incca de Colombia-especializacion en derechos humanos

    El principal problema es la no eficiencia del Estado en los programas ejecutados, demostrado en tantas desmovilizaciones donde realmente la guerra nunca se ha detenido, y la sociedad colombiana se ha visto algo escéptica no solo frente a las medidas adoptadas por el Estado de ofrecerles a estos criminales indultos y curules en el Congreso, sino con la falsa reinserción por parte de algunos miembros de estos narco grupos armados a la vida civil de personas que hasta hace algún tiempo continúan patrullando con fusiles en la mano.

    La historia colombiana ha sido intensa pues desde la Colonia hasta la modernidad un hecho continuo ha sido la violencia representada en el conflicto y las múltiples guerras civiles. Este hecho ha sido también marcado por la presencia activa desde hace más de 60 años de grupos terroristas y delincuenciales, –hoy Grupos Armados Organizados- que actúan con intereses políticos y económicos alrededor del narcotráfico, el contrabando, delitos como la extorsión y el secuestro y la extracción ilícita de minerales. El panorama hace de la Nación un complejo cúmulo de variables que afectan la seguridad pública, esto sin dejar de lado la coyuntura derivada del Acuerdo de Paz que aporta un nuevo escenario de posconflicto, además de nuevas amenazas y la mutación de las ya existentes.
    Para ello, es necesario entender que el Estado colombiano posee un marco legal que proporciona las herramientas suficientes en materia de seguridad nacional. Sin embargo, el impacto de la aplicabilidad, efectividad, diseño y construcción de las políticas públicas en este aspecto, no se encuentran debidamente enfocadas en el mantenimiento de los acuerdos de paz.
    En este trabajo se analiza las políticas públicas como medio para fortalecer el desarrollo del país - Colombia en materia de desmovilización de los grupos al margen de la ley, con el objetivo de diseñar una propuesta para formular un Política Pública eficiente que permita un nuevo mantenimiento de la Paz.
    Para ello se hace una evaluación de la política pública colombiana, en especial de los pilares de los Planes Nacionales de Desarrollo desde el año 1970, hasta el escenario del Acuerdo de Paz y el posconflicto.
    Igualmente, se identificará las dificultades que han impedido la eficiencia en la política pública en cuanto a los procesos de desmovilización, y se propondrá un nuevo diseño de Política Pública en el contexto de posconflicto.
    Así, en el cumplimiento e implementación de los nuevos acuerdos de paz, el mantenimiento de la seguridad debe estar ligado a la realización de operaciones de control y a la participación ciudadana para fortalecer la práctica de la democracia, la prosperidad, la percepción de seguridad y el mismo cumplimiento de los acuerdos establecidos para la paz del país.

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