martes, 8 de agosto de 2023

CASO SAADE PARA CRIMINALISTICA Y DERECHO PROBATORIO

 

“LA CRÓNICA DE ERNESTO MCCAUSLAND QUE RECUERDA EL HORRENDO CASO DE NANCY MESTRE

El periodista narró con detalles el macabro crimen que estremeció a la sociedad barranquillera.

A propósito de la resonada captura de Jaime Saade, presunto asesino de Nancy Mestre una joven barranquillera que tuvo un desenlace fatal, resurge la crónica hecha por el periodista también barranquillero Ernesto McCausland en noviembre de 1997, cuatro años después del macabro crimen que conmovió a la sociedad.

MacCausland, quien se destacó por su impecable manera de narrar crónicas inició así “Aún ululaba en la distancia la sirena de fábrica que marcaba el inicio de 1994. Barranquilla recibía a su manera el nuevo año, en un alborozo callejero de luces de bengala, agüeros de temporada y estridentes equipos de sonido, todo entre el vaivén de las brisas veraneras”.

Relatando de manera como se vivió por ese año la festividad de año nuevo en la ciudad para posteriormente adentrarse en la historia más trágica que tendría para contar la familia Mestre Vargas “pasando año nuevo encerrados en una habitación: la del hijo mayor, Martín Eduardo, quien yacía en cama con una lesión de fútbol. Aun así, en su intimidad, la familia había bailado y brindado con champaña”.

Una descripción superficial de Nancy Mariana Mestre Vargas, estudiante del colegio bilingüe Marymount, uno de los colegios más prestigiosos de Barranquilla fue el inicio de la narración. Según el relato contado por MacCausland, Nancy tenía permiso de sus padres para salir “después de pitos” con Jaime Saade Cormane, un comerciante soltero que casi le doblaba la edad.

El año 1993 había terminado con buenos augurios para la hermosa adolescente. Esa tarde se había enterado del resultado del Toefl —la prueba requerida para ingresar a la universidad en los Estados Unidos. “Te tengo una buena noticia y una mala”, le había anunciado Nancy Mariana a su padre. “La buena es que saqué el mejor puntaje de la clase. La mala es que me va a tocar irme para los Estados Unidos”, un futuro prometedor que, sin saber, no llegaría a vivir.

Como había sido acordado por la joven y sus padres poco después de la medianoche, Jaime Saade Cormane llegó puntual a recoger a Nancy Mariana, estos aseguraron poco después desconocer la edad del acompañante de su hija quien esa noche se despidió radiante, asegurándoles a sus padres que regresaría a las tres, la hora en que terminaba el permiso.

Sin saber que sería la última vez que la verían consiente los padres de Nancy la vieron partir, seis horas más tarde se enteraron de que su hija yacía en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica del Caribe con un balazo en la cabeza. “Jamás recobró el conocimiento. Se fue al octavo día” fueron las palabras utilizadas por Ernesto para relatar su muerte.

El crimen que como pocos, estremeció a Barranquilla, no solo por el hecho de ocurrirle a una joven de sociedad sino por la fuga de Saade quien sosteniendo a través de familiares y abogados que Nancy se había suicidado inició una ola de rumores surcaba la ciudad.

Entre las especulaciones a las que se refiere MacCausland en su relato se hablaba de que Nancy Mariana había sido violada en grupo y asesinada por un grupo de jóvenes, amigos de Saade e hijos de familias adineradas de la ciudad.

“La impetuosa capacidad especulativa de esta ciudad contrastaba con la parsimonia del aparato judicial, que jamás estuvo cerca de capturar al fugitivo y además no pudo realizar pruebas cruciales para la investigación. Aún así, la misteriosa muerte de Nancy Mestre es hoy caso juzgado y algunas verdades quedaron claras en el expediente”, relató lo ocurrido el periodista barranquillero.

Esta es la reconstrucción de los hechos, conseguida por MacCausland “Ese primero de enero, Jaime Saade y Nancy Mestre se dirigieron primero a casa de un amigo de éste, donde hubo disparos al aire para recibir el año nuevo. De allí se desplazaron a Baja Beach, discoteca de moda ubicada en la autopista a Puerto Colombia, en el norte de Barranquilla. No se ha precisado la hora exacta en que se fueron para la residencia de Saade, quien vivía en un pequeño apartamento anexo a la casa de sus padres. Con toda seguridad, debió ser bien entrada la madrugada”.

Según el relato de Martín Mestre a las cinco y 45 de la mañana, preocupado porque su hija no hubiera regresado a las tres, empezó a buscarla en los posibles lugares en donde podría estar y termino por llegar a casa de los Saade en donde a madre de Jaime, Emilia Cormane de Saade, lo recibió muy nerviosa, sin atinar a decir palabra.

En ese horrible lugar el cual tiene grabado a fuego el padre de Nancy en su memoria, encontró manchas de sangre por todos lados y en medio de su confusión escuchó decir a Emilia “Su hija sufrió un accidente. Está en la clínica”.

Al llegar a la Clínica del Caribe, Mestre fue recibido por el padre de Jaime, Alberto, quien le informó: “Su hija intentó suicidarse”, Ernesto MacCausland, encargado de narrar el crimen y los angustiantes momentos por los que atravesaron los padres de Nancy Mariana.

Suicidio: esta fue la primera versión del sospechoso, quien a partir de ese día comenzó a sostener que él se encontraba en la ducha, después de tener sexo, y que Nancy tomó un revólver de la habitación y se propinó el disparo. No obstante, los dictámenes del médico forense y del experto en balística desvirtuaron lo desvirtuaron.

El revólver de Saade, un 38 largo de la marca Llama fue hallado el mismo 1º de Enero, envuelto en una bermuda ensangrentada, escondido bajo la cama del sospechoso. Una de las seis ojivasestaba vacía. Balística demostró que esa fue el arma homicida.

El dictamen forense, entre tanto, reveló que el cadáver presentaba excoriaciones en la parte interna de los muslos, en la zona vaginal, en uno de los senos, en ambos brazos, en el talón y hasta en uno de los juanetes. La autopsia descubrió además dos uñas quebradas, ambas con restos de tejidos humanos.

egún quedó consignado en la hoja de ingreso en urgencias, Nancy Mariana Mestre fue llevada a la clínica por Saade y el padre de este. Iba envuelta en una sábana. Tenía el cabello lleno de tierra, hojas secas y maleza.

De allí surgió la hipótesis de que Nancy Mestre, después de recibir el tiro en la cabeza, habría sido arrojada en un terreno enmontado, pero los responsables se habrían retractado en su intención, recogiendo el cuerpo y trasladándolo a la clínica.

Una estudiante universitaria que vivía pensionada en casa de los Saade, contó a la madre de Nancy su versión: “Fue horrible, varios hombres gritaban, mientras la niña llamaba a su papá, hasta que se oyó el disparo…” Sin embargo, semanas después, cuando le tocó declarar en el sumario, MacCausland cuenta que la pensionada dijo que no había escuchado nada.

José Faustino Pareja Yee, condenó a Jaime Saade Cormane a una pena de 27 años de cárcel, por los delitos de homicidio y acceso carnal violento, pero este ya había huido sumiendo el horrendo crimen contra Nancy Mariana Mestre entre los casos impunes.

Martín Mestre, el padre de la víctima, un arquitecto que tiene la oficina en su propia casa, ha sido algo así como un cazador solitario, buscando pistas sobre el paradero de Saade, pero el resultado ha sido siempre infructuoso hasta a este 29 de enero del 2020, cuando la justicia atrapó en Brasil al responsable del asesinato de su hija, 26 años después.”

En Seguimiento en la siguiente página web: https://seguimiento.co/la-region-caribe/la-cronica-de-ernesto-mccausland-que-recuerda-el-horrendo-caso-de-nancy-mestre

 

“LA VERSIÓN DE JAIME SAADE SOBRE MUERTE DE NANCY MESTRE NARRADA EN UNA CARTA

Familiares en Barranquilla cedieron copia de la misiva a nuestro aliado Zona Cero.

Desde Brasil a la espera de su extradición a Colombia, Jaime Saade Cormane envió una carta en la cual cuenta su versión sobre los hechos en los que se le involucra y por lo que fue condenado a 25 años de prisión por el delito de homicidio y 2 años por acceso carnal violento, en la que resultó víctima la joven Nancy Mestre.

Saade Cormane fue capturado en Belo Horizonte el martes 28 de enero de 2020 por la Policía Federal de Brasil, bajo la identificación de Henrique Dos Santos Abdala. 

Después de 26 años en los que estuvo prófugo de la justicia, pues escapó el 1o de enero de 1994, Saade cuenta su versión de los hechos y dijo que huyó “por el “pánico” que sintió en ese momento.

Habló de la versión de un supuesto suicidio y se declara arrepentido de haber huido. 

 

El siguiente es el texto de la carta:

 

Brasil, 24 de junio de 2020

A todos los colombianos, especialmente a la ciudad de Barranquilla, familiares y amigos.

En todos estos años nunca me manifesté por respeto y porque quería olvidar aquella tragedia de mi vida.

Ahora estoy viendo los ataques y mentiras de un lado solamente sin nadie para defenderme. Por eso decidí escribir esta carta, contando lo que realmente sucedió en la madrugada de 1o. de enero de 1994. Quiero comenzar del día 31 de diciembre de 1993. Fui a buscar a Nancy Mariana a la casa de ella, localizada en la calle 92 con 49 C. Quiero dejar claro que yo tenía una relación con ella desde hace dos meses, más o menos. La recogí en una camioneta Silverado color blanca y negra, de mi propiedad, más o menos 10:00 pm. Iba con mi amigo Victor Tuirán. Estaban en la puerta familiares de ella. De ahí nos fuimos para una discoteca que estaba localizada en la autopista que conducía a la playa. Cuando llegamos estaba muy llena. Me acuerdo que estaba en la entrada de la discoteca la hermana de mi última relación antes de conocer a Nancy, pidiendo las entradas. Nancy y yo nos devolvimos para Barranquilla tomando bebidas. Estuvimos visitando varios sitios donde habían fiestas y nos quedamos en una calle 80 con 49 B, barrio El Prado, casa de mi amigo Willy. A esa hora estábamos consumiendo cocaína y bebidas y ella ella incistía  (SIC) en hablar sobre mi relacionamiento anterior. Ese día yo portaba un revólver cal. 38 corto. De propiedade (SIC) con documentos porque era fin de año y a las 12:00 de la noche se acostumbrada recibir el año nuevo haciendo disparos al aire para matar el año viejo y todo lo malo que hubiese sucedido.

Nancy me dijo que no matase ese año puesto había sido muy bueno para los dos porque nos habíamos conocido. De esta fiesta salimos para mi casa entre 1:30 y 3:00 de la mañana más o menos. Ya del día 1o. de enero de 1994. Como era costumbre puesto ya lo había hecho varias veces en ocasiones anteriores.

Llegamos a la casa. Estacioné en el garaje que era descubierto que quedaba al lado opuesto de la entrada de mis padres. Y había un árbol que daba sombra y caían muchas hojas. Yo me bajé con la botella de champaña y las copas, Nancy se bajó con el revólver porque ella no tenía miedo de las armas y ya lo había hecho anteriormente, que inclusive mis amigos me habían hecho ese comentario, porque ya habíamos salido juntos otras veces y dentro del carro ella colocaba el revólver entre las piernas.

Haciendo un paréntesis quiero resaltar algo que me dijo Nancy el día de mi cumpleaños 24 de diciembre de 1993. Esto fue en mi casa, porque estaba celebrando mi cumpleaños en compañía de varios amigos. Que a ella le había practicado un aborto y ella estaba un poco deprimida por ese suceso. Ella mostraba mucho miedo por el papá. Yo le hice olvidar lo que estaba conversando. En el transcurso de la fiesta estábamos tomando licor e inclusive consumimos también cocaína.

Ya en la casa, Nancy colocó el revólver en el mueble en frente de la cama, yo efectué algunas llamadas dando el feliz año. Seguimos bebiendo y practicando sexo como siempre lo hacíamos, sin violencia y con mucho cariño y amor.

Estando acostados, miramos la hora, eran más o menos las 5:00 del primero de enero Cuando ella se levantó, lo primero que dijo fue mi papá me va a matar, porque era tarde. Yo me levanté rápido. Fui para el baño que quedaba afuera del cuarto para alistarme y llevarla pronto. Estando en el baño, a los pocos minutos escuché un disparo y salgo inmediatamente y la vi en el suelo y mucha sangre y el revólver al lado. Ella estaba sin ropa, yo impresionado bajé corriendo a la casa de mis padres, gritando y pidiendo ayuda, que creo que los vecinos escucharon mis gritos.

Mi papá y una inquilina que vivía con ellos, de nombre María Mercedes Hernández, me acompañaron al apartamento que quedaba en el segundo piso. Mercedes y yo la cogimos por los brazos y las piernas, como estaba sin ropa se nos deslizaba mucho y al cogerla con más fuerza fue lo que produjo algunas marcas. Mi papá ayudaba como podía. La cubrimos con una cobija y bajamos al garaje. La pusimos en la parte trasera de la camioneta que era cabina sencilla y fue la forma más rápida para prestarle socorro. Y salimos para la clínica de Caribe localizada en la calle 80 #49C, mi papá, María Mercedes y yo dirigiendo. Llegamos a la clínica en pocos minutos ya que está prácticamente a una 4 cuadras de mi casa. Yo paré detrás de otro carro que había llevado (SIC) otra urgencia. El camillero que nos prestó auxilio inclusive me conocía. La recogieron y la llevaron para dentro de la clínica. Mi papá y María Mercedes entraron con Nancy. Yo me fui en la camioneta para mi casa. Hablé con mi madre y subí a mi apartamento para cambiarme de ropa porque estaba sin camisa, descalso (SIC) y sudadera, y todo sucio de sangre.

Pensando en volver a la clínica, en ese instante escuché afuera unos gritos del papá de Nancy llamándome ofuscado y entré en pánico. Debido a eso salí por el techo de la casa a la calle. Paré un taxi y fui para Aracataca. Al día siguiente regresé a Barranquilla queriendo resolver la situación. Al darme cuenta que las cosas estaban muy complicadas para mi resolví irme porque yo no iba a pagar por lo que no hize (SIC) y me fui para Bogotá para un hotel.

Enpecé (SIC) a escuchar las noticias en las cuales me inculpaban y haciendo muchos comentarios falsos. Entonces al día siguiente me fui para Leticia y pasé a Tabatinga (Brasil), a esperar qué sucedía, porque tenía la esperanza de que ella fuera a vivir para esclarecer todo. Cuando me dieron la noticia que murió se me vino el mundo encima, quedé sin soporte porque en los hechos solo estábamos los dos. Yo no me sentía preparado para enfrentar la situación y tomé la decisión de quedarme en Brasil. Yo me arrepiento todos los día de no haberme quedado, mas el miedo y el pánico tomaron conta (SIC) de mi. Espero que entiendan el tamaño de la tragedia.

A la familia de ella quiero decirles que mis oraciones siempre estuvieron con el alma de Nancy para que Dios la tuviera en su gloria. Ella me gustaba mucho, quiero decirles que lamento mucho lo sucedido y explicarles que la pérdida de Nancy fue mucho dolorosa tanto para ellos como para mi y mi familia. Una total tragedia.

Yo no soy la persona que ustedes piensan que hay sido capaz de cometer semejante atrocidad. Y esto quiero que quede claro por todos los comentarios que han hecho sobre mi.

A mis amigos y a mi familia les quiero agradecer la confianza que pusieron en mi porque sienpre (SIC) creyeron en mi inocencia. Y decirles que siempre fui, soy y seré la persona que siempre conocieron. Quiero dejar claro que no estoy de acuerdo con las pruebas que presentaron en mi contra puesto no tienen ningún fundamento y soporte verídico, por eso estoy relatando lo que realmente sucedió y estoy dispuesto a pasar por cualquier prueba de este acontecimiento.

Agradezco por la oportunidad de poder hacerles llegar este relato que no fue posible hacerlo oral porque en el lugar en que me encuentro no es permitido a causa de la pandemia.

 

Jaime Enrique Saade Cormane”

 

En Seguimiento en la siguiente página: https://seguimiento.co/la-region-caribe/la-version-de-jaime-saade-sobre-muerte-de-nancy-mestre-narrada-en-una-carta-37953

 

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