lunes, 27 de febrero de 2017

ARTÍCULOS DEL BLOG. (INIDICE POR TEMAS)

ARTÍCULOS SOBRE CONTRATACIÓN Y CORRUPCIÓN PÚBLICA.

LICITACIONES AMAÑADAS, CORRUPCIÓN Y DERECHO PENAL
LA CONTRATACIÓN ES EL MOTOR DE LA CORRUPCIÓN EN COLOMBIA.
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN EN EL DELITO DE PECULADO.
RESPONSABILIDAD PENAL DEL CONTRATISTA
EL DELITO DE PECULADO DISCUSIONES ACTUALES.
LA IMPUTACIÓN OBJETIVA Y EL DELITO DE PECULADO
RIESGOS DE CORRUPCIÓN EN LA CONTRATACIÓN DE FIN DE AÑO.
CELEBRACIÓN INDEBIDA DE CONTRATOS Y EL FRACCIONAMIENTO DE CONTRATOS.
LA RESPONSABILIDAD PENAL AL INTERIOR DE LOS CONSORCIOS Y LAS UNIONES TEMPORALES POR EL DELITO DE PECULADO.
LA CORRUPCIÓN A TRAVÉS DE LAS ADICIONES DE OBRAS Y LAS ADICIONES A LOS CONTRATOS:


ARTÍCULOS SOBRE RESPONSABILIDAD MÉDICA.

¿COMO APRENDER SOBRE RESPONSABILIDAD MÉDICA?
RESPONSABILIDAD POR CIRUGÍAS ESTÉTICAS: CASOS PRÁCTICOS.
LA RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ENTES HOSPITALARIOS.
EL CONSENTIMIENTO INFORMADO EN LAS OPERACIONES ESTÉTICAS.
RESPONSABILIDAD MÉDICA EN LAS CIRUGÍAS ESTÉTICAS.
CASO DE JESSICA CEDIEL
RESPONSABILIDAD MÉDICA POR ERROR EN EL DIAGNÓSTICO: CASO DEL PATOLOGO DUQUE ECHEVERRY.
EL RIESGO EN LA RESPONSABILIDAD MÉDICA:
RESPONSABILIDAD MÉDICA: LA ESTRUCTURA Y CONFIGURACIÓN. EL CASO DEL CIRUJANO DE 78 AÑOS.
CHARLAS SOBRE RESPONSABILIDAD MÉDICA.
LA POSICIÓN DE GARANTÍA Y LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS GERENTES Y ADMINISTRADORES DE LOS HOSPITALES.


ARTÍCULOS SOBRE CONFLICTO ARMADO Y PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA.

LA PAZ DE SANTOS NO ES LA PAZ DE COLOMBIA.
¿QUÉ ES BLINDAR JURÍDICAMENTE LOS ACUERDOS DE PAZ DE LA HABANA?
LA JUSTICIA TRANSICIONAL EN COLOMBIA.
DIEZ ARGUMENTOS A FAVOR DE LA PAZ
DIEZ PROPUESTAS PARA LA JUSTICIA TRANSICIONAL EN COLOMBIA:
LA ACTUAL SITUACIÓN DEL PROCESO DE PAZ.
LA POLARIZACIÓN DEL PAÍS POR EL PLEBISCITO DE LA PAZ, ES UN DEBATE ABSURDO.
REFLEXIONES SOBRE EL RESULTADO DEL PLEBISCITO EN COLOMBIA
EL PROBLEMA DE LA IMPUNIDAD EN EL PROCESO DE PAZ DE COLOMBIA.
LA RESOCIALIZACIÓN EN PROCESOS DE JUSTICIA TRANSICIONAL COMO EL DE COLOMBIA.


ARTÍCULOS SOBRE DERECHO PENAL EMPRESARIAL.

ASESORÍAS Y CONSULTORÍAS EN DERECHO PENAL Y EN DERECHO DISCIPLINARIO.
RESPONSABILIDAD PENAL DEL EMPRESARIO: IMPUTACIÓN INDIVIDUAL EN LAS ESTRUCTURAS EMPRESARIALES.
LA ADMINISTRACIÓN DESLEAL EN COLOMBIA: CASO DE INTERBOLSA.
EL HURTO AGRAVADO POR LA CONFIANZA Y EL ABUSO DE CONFIANZA.
RESPONSABILIDAD PENAL POR EL PRODUCTO
DERECHO PENAL EMPRESARIAL.
RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS EN COLOMBIA.
MARCO JURÍDICO DE UN DERECHO PENAL TRIBUTARIO EN COLOMBIA.
LOS DELITOS INFORMÁTICOS EN EL DERECHO PENAL COLOMBIANO.



ARTÍCULOS SOBRE EL DERECHO PENAL Y CRIMINOLOGÍA.
CÓMO TRATAR A LOS PSICOPATAS EN EL DERECHO PENAL.
CÓMO MANEJAR UNA AMENAZA TERRORISTA EN UN ESTADO DE DERECHO.
CÓMO EL TRÁFICO ILEGAL DE LA DOSIS PERSONAL TE PUEDE LLEVAR AL BRONX
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CASO VICKY DAVILA


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ANTECEDENTES DE LA JUSTICIA PENAL INTERNACIONAL
RETOMA DEL PALACIO DE JUSTICIA.
INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES DE LA TOMA DEL PALACIO DE JUSTICIA
LA OPERACIÓN FENIX
LA OPERACIÓN JAQUE.
USO LEGÍTIMO DE LA FUERZA EN EL DERECHO INTERNACIONAL; CASO OPERACIÓN FENIX



martes, 21 de febrero de 2017

CHARLAS SOBRE LA RESPONSABILIDAD MÉDICA.




EN ESTA ENTRADA ENCONTRARÁS VARIOS VIDEOS SOBRE LA RESPONSABILIDAD MÉDICA:



EL CONSENTIMIENTO INFORMADO EN LA RESPONSABILIDAD MÉDICA:
https://www.youtube.com/watch?v=UbA_I3xRywU


LA IMPUTACIÓN OBJETIVA EN LA RESPONSABILIDAD MÉDICA.


IMPUTACIÓN OBJETIVA: LA VALORACIÓN DEL RIESGO EN LA RESPONSABILIDAD MÉDICA:
https://www.youtube.com/watch?v=sqyl4MNFBnI

LA TEORÍA DEL RIESGO  EN LA RESPONSABILIDAD MÉDICA:
https://www.youtube.com/watch?v=o-bSBrdoSfI&feature=youtu.be

      ÁMBITO DE PROTECCIÓN DE LA NORMA:

      EL PRINCIPIO DE CONFIANZA EN LA RESPONSABILIDAD MÉDICA:

      LA PROHIBICIÓN DE REGRESO EN LA RESPONSABILIDAD MÉDICA:

AUTOPUESTA EN PELIGRO:

      CONCRECIÓN DEL RIESGO JURÍDICAMENTE DESAPROBADO EN EL RESULTADO:
https://www.youtube.com/watch?v=gi1ITAn-eCk&t=2s



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lunes, 20 de febrero de 2017

RESPONSABILIDAD MÉDICA: LA ESTRUCTURA Y CONFIGURACIÓN. EL CASO DEL CIRUJANO DE 78 AÑOS.

Por: Jorge Arturo Abello Gual.

En un caso presentado en la ciudad de Valledupar, un médico cirujano fue condenado por haber cometido un homicidio culposo durante una cirugía, donde desafortunadamente murió una niña de 16 años, los hechos del caso son los siguientes:

“Esta historia inició el 26 de abril de 2010, cuando Auris María Mandón, quien para ese entonces contaba con 16 años, ingresó al hospital Rosario Pumarejo de López presentando dolor abdominal y vómito.

Posteriormente, su estado de salud empeoró debido a que los pulmones se llenaron de líquido y el centro asistencial le informó a su familia que era necesario que le hicieran una operación a la adolescente, y aunque era riesgosa había posibilidad de mantenerla con vida.

El sentido de fallo contra el médico Manuel del Castillo culminó al mediodía de este lunes en el Palacio de Justicia de Valledupar.

El 30 de abril Auris María fue ingresada al quirófano. Durante el procedimiento, según las pruebas allegadas por la Fiscalía durante la etapa de juicio, a la paciente no solo la abrieron con un bisturí para cortarle la piel y continuar con la operación, sino que con ese mismo utensilio le provocaron una herida de un centímetro de longitud en el corazón y otra en un pulmón. Estos órganos solo pueden ser tocados con las manos, indica la investigación.

“El corazón presentaba una lesión igual al pulmón y al pericardio, comprometió el lado derecho del corazón… Las heridas fueron causadas por un arma corto punzante (bisturí)”, leyó el juez Romero durante la audiencia de sentido de fallo en la mañana de este lunes.  

La investigación, que estuvo complementada con los resultados de la necropsia hecha por Medicina Legal al cuerpo de la víctima, indica que después que se presentó el accidente de la herida en el corazón a Mandón le hicieron una toracotomía.”[1]

De acuerdo con lo reportado por diferentes medios[2], al médico lo condenaron a dos años y ocho meses de prisión, y a una multa de 26,6 salarios mínimos legales vigentes. Además se menciona que el médico recibió como beneficio la suspensión de la ejecución de la pena, siempre y cuando cumpla con los requisitos exigidos, es decir, que no tiene que ser privado de la libertad.

RECHAZO DE LA COMUNIDAD MÉDICA DE LA CONDENA AL MÉDICO.

Este caso generó reacción de la comunidad médica, quien a través de la página de Opinión y salud[3], rechazó la condena, y la calificó de injusta, y la comparó con la sentencia en contra del Dr. Duque Echeverry, el patólogo de Cali que fue condenado por un error en el diagnóstico[4], y catalogó la sentencia como una injusticia:

“Un rechazo general han expresado agremiaciones médicas al fallo proferido recientemente por el Juzgado Segundo Penal del Circuito con funciones de conocimiento de Valledupar, que sentenció al cirujano José del Castillo Amaris, de 78 años, egresado de la Universidad Nacional, a dos años y ocho meses de prisión y pago 27 salarios mínimos por la muerte de una paciente en medio de una cirugía en el 2010.

De tal manera que, con el fin de defender el gremio médico, el sector salud y los pacientes, y ante la ofensiva arremetida de las autoridades del orden judicial y la dejación de los 3 poderes públicos, Dignidad Médica manifestó que el día de hoy harán una jornada másiva en Twitter con el #ApoyoAlDrAmaris.

(…)

El caso de este cirujano se suma a otros como el del doctor Duque, quien fue condenado por ese alto tribunal a 10 meses de prisión y a pagar $4.700 millones  como sanción, al declararlo responsable del delito de lesiones personales culposas por un informe erróneo que derivó en la extirpación del seno de una mujer por un cáncer que no padecía.”[5]

ANÁLISIS DE LOS FUNDAMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD MÉDICA.

Sobre este caso, el debate jurídico se puede centrar en el análisis de la imputación objetiva, según el cual, para que una conducta se pueda imputar a un tipo penal –que en el presente caso es el homicidio culposo-, se requiere en primera instancia la creación de un riesgo jurídicamente desaprobado y luego que se constate la concreción de ese riesgo jurídicamente desaprobado en el resultado.

En palabras más sencillas, se requiere constatar si el médico violó alguna regla de la lex artis, algún deber legal, algún protocolo o en su defecto no realizó lo que un médico cuidadoso hubiese realizado en el mismo caso. Y luego, establecer que debido a la violación de tales parámetros, fue que se produjo el resultad.

EL INCREMENTO DEL RIESGO COMO BASE DE LA RESPONSABILIDAD.

Precisamente, la defensa del médico buscó probar que la causa de la muerte de la paciente de 16 años no tenía nada que ver con una actuación negligente del médico, que según su defensa cumplió con la lex artis. El argumento de la defensa estaba dirigido a demostrar “que las heridas que presentaba la persona afectada era producto del tubo de tórax que se le había introducido por motivos de la operación”[6], con lo cual, buscaba desviar la causa de muerte a una complicación propia de la cirugía, para argumentar una exclusión de responsabilidad.

Sin embargo, la fiscalía a través de los peritos médicos de medicina legal logró establecer, que la víctima sufrió unas heridas con un elemento corto-punzante en el corazón y en el pulmón, que fueron las que a la postre causaron su lamentable deceso: “El corazón presentaba una lesión igual al pulmón y al pericardio, comprometió el lado derecho del corazón… Las heridas fueron causadas por un arma corto punzante (bisturí)”[7] De esta manera, se desvirtúa la postura de la defensa, pues es claro que las lesiones que presentó la víctima fueron causadas por un bisturí y no por un tubo. Igualmente se señaló que:

“Durante el procedimiento, según las pruebas allegadas por la Fiscalía durante la etapa de juicio, a la paciente no solo la abrieron con un bisturí para cortarle la piel y continuar con la operación, sino que con ese mismo utensilio le provocaron una herida de un centímetro de longitud en el corazón y otra en un pulmón. Estos órganos solo pueden ser tocados con las manos, indica la investigación.”

De acuerdo con lo anterior, se constata que debido a una manipulación anormal de un bisturí, se produjo las heridas que posteriormente causaron la muerte, es decir, que en la intervención se hizo un uso inadecuado y peligroso del bisturí por parte del cirujano, con lo cual se crea un riesgo jurídicamente desaprobado de acuerdo con la lex artis, dictaminada por los peritos de medicina legal. Aquí se quiere hacer las siguientes aclaraciones:
          
        a)      No son los jueces los que determinaron técnicamente que el médico se haya equivocado, fue un perito médico, es decir un par del condenado, quién valoró la historia clínica y la autopsia y encontró que la muerte se produjo por un error.

        b)      Al médico no lo condenan por haber operado o por ejercer su profesión. Al médico lo condenan por errar en la técnica y el deber de cuidado necesario en la práctica de su profesión para no causarle daño al paciente.

LA CONCRECIÓN DEL RIESGO EN EL RESULTADO.

El otro argumento de la defensa del médico era plantear que, por el grave estado de salud de la paciente, que tenía un riesgo de muerte del 90%, el error del médico no se había concretado en el resultado, pues de todas maneras la paciente se hubiese muerto. En otras palabras, así el médico hubiese operado bien a la paciente, ésta debido a su mal estado de salud, de todas formas hubiese fallecido: “Otra razón que esgrimió la defensa del médico fue que el estado de salud de la joven era grave y tenía pocas probabilidades de vida, es decir, 90% de factibilidad que se podía morir…”[8]

Este argumento tampoco fue aceptado por el juez quien dijo: “un médico de la calidad de él (Del Castillo) no puede, por el hecho de que se iba a morir, eximirse de hacer todos los procedimientos de intentar salvar la vida de la paciente”[9] y luego completó el argumento diciendo:

"… lo que arrojó el diagnóstico forense es que la paciente tenía una septicemia, además de un deterioro progresivo, sin embargo no fue esto lo que le causó la muerte ya que las lesiones en el corazón y en el fueron causadas e inoportunas y de alguna manera u otra aceleraron su muerte, hay personas que con ese tipo de afectaciones han logrado sobrevivir"[10].

El debate en este punto se presenta en los procedimientos altamente riesgosos, donde el paciente tiene un gran porcentaje de muerte (entre el 80 y 90%). En estos casos, los médicos plantean que si operan y el paciente se muere serán investigados, pero igual, si no operan también serán investigados, por lo cual, se plantea un sin sentido y una injusticia en contra de la profesión médica:

“Una noche llegó un patrullero policial a mi casa y tres policías entraron como tromba. Uno salió con mi maletín y dos me hicieron entrar rápido al patrullero. ¿Qué pensarían mis vecinos? En una batida contra delincuentes un policía recibió un balazo en la arteria iliaca externa izquierda (como de lo que murió el presentador nacional de televisión Marco Vinicio Bedoya). Todos los policías que habían llegado me pidieron que no lo dejara morir. Lo operé y sobrevivió, y al poco tiempo volvió a su actividad policiaca. Operación peligrosa ¿y tal vez innecesaria porque casi todos con esa herida se mueren?

¡Todos sobrevivieron! ¿Y si hubieran fallecido? Con la nueva ley de mala práctica médica habría que pensar mucho antes de hacer estas operaciones, son algunos años de prisión. ¿Quién iba a mantener a mis dos hijos que estaban en escuelas y a la otra, con una gran discapacidad que requería mucho dinero para sus remedios y terapias? Pero, ¿qué pasaba con las familias de esos pacientes si estos hubiesen muerto porque yo hubiera tenido miedo?

Siempre consideré a la medicina, no como una profesión, sino como un apostolado. Muchos de los apóstoles fueron encarcelados, y muertos. La historia se repite. Insisto, ¡somos médicos, no asesinos, pero tampoco dioses!”[11]

Esto es un error, al médico no se juzga por cumplir con su deber hasta donde sus conocimientos y los medios con los que cuenta se lo permitan. El médico que cumple con la lex artis, con los protocolos médicos, con los deberes legales o con todo lo que hubiese hecho un médico responsable en sus mismas circunstancias haría, no será responsable así el paciente muera. Lo que sí no le estaría permitido es equivocarse en la práctica de su profesión, y la mejor forma de explicarlo es comparando al médico con un conductor de vehículo automotor, es decir, si el conductor tiene 20 años de experiencia en el manejo, nunca ha tenido un accidente de tránsito, pero decide violar una señal de pare, y por eso causa un accidente, la persona es responsable y deberá responder por los daños que cause por no respetar una señal de tránsito, igual, el médico en el caso planteado, tiene muchos años de ejercicio de la profesión, nunca quiso el resultado, pero desafortunadamente, en esa operación hizo un uso peligroso del bisturí y le causó unas heridas mortales a su paciente, y por ello, tendrá que responder, así como el conductor.

En el caso bajo estudio, el paciente tenía una posibilidad de muerte del 90% debido a su patología, pero no fue su enfermedad la que se concretó en el resultado de su muerte, sino las heridas causadas por el médico por el uso inapropiado o peligroso del bisturí como lo dictaminó medicina legal. Diferente sería la conclusión, si la causa de muerte hubiese sido las complicaciones propias de la enfermedad o  una complicación propia de la operación, pues en estos casos, los errores del médico no se hubiesen concretado en el resultado, y por ello no habría responsabilidad penal alguna, pues se excluiría el nexo causal, y como lo dirían los civilistas se excluye la relación causal por una causa extraña a la conducta del médico.


ARTÍCULOS RELACIONADOS:

LA RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ENTES HOSPITALARIOS.
EL CONSENTIMIENTO INFORMADO EN LAS OPERACIONES ESTÉTICAS.
RESPONSABILIDAD MÉDICA EN LAS CIRUGÍAS ESTÉTICAS.
CASO DE JESSICA CEDIEL
RESPONSABILIDAD MÉDICA POR ERROR EN EL DIAGNÓSTICO: CASO DEL PATOLOGO DUQUE ECHEVERRY.
EL RIESGO EN LA RESPONSABILIDAD MÉDICA:














CITAS:


[1]EL PAÍS VALLENATO. Condenan a cirujano por muerte de paciente en quirófano, 16 de Enero de 2017 en la siguiente página web: http://elpaisvallenato.com/2017/ene/16/condenan.html, consultada el 20 de Febrero de 2017.
[2] EL PAÍS VALLENATO. Ob. Cit.; OPINION Y SALUD, Médico de 78 años es condenado por la muerte de una paciente en cirugía, en la siguiente página de internet: http://www.opinionysalud.com/medico-amaris-condenado-tras-la-muerte-paciente-cirugia/; EL HERALDO Condenan a médico por muerte en cirugía de paciente de 16 años, en la siguiente página web: http://www.elheraldo.co/cesar/condenan-medico-por-muerte-en-cirugia-de-paciente-de-16-anos-320174
[3] OPINION Y SALUD. Ob. Cit.
[4] COLOMBIA. Corte Suprema de Justicia. Sala Penal. Sentencia del 29 de Junio de 2016. Expediente SP8759-2016 Radicación N 41245  Bogotá, D. C.  M.P. JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO; ABELLO GUAL, Jorge Arturo. RESPONSABILIDAD MÉDICA POR ERROR EN EL DIAGNÓSTICO: CASO DEL PATOLOGO DUQUE ECHEVERRY. 22 de Noviembre de 2016. En la siguiente página web: http://derechopenalempresarialencolombia.blogspot.com.co/2016/11/responsabilidad-medica-por-error-en-el.html, consultada el 20 de Febrero de 2017.
[5] OPINIÓN Y SALUD. Ob. Cit.
[6] EL PAÍS VALLENATO. Ob. Cit.
[7] Ob. Cit.
[8] Ob. Cit.
[9] Ob. Cit.
[10] EL HERALDO. Ob. Cit.
[11] VISCAINO RONQUILLO, Augusto. Somos médicos, no asesinos ni dioses. El periódico el Universo. 25 de Enero de 2014 En la siguiente página web: http://www.eluniverso.com/opinion/2014/01/25/nota/2079571/somos-medicos-no-asesinos-ni-dioses, consultada el 18 de Enero de 2017.

sábado, 4 de febrero de 2017

COMO TRATAR A LOS PSICÓPATAS EN EL DERECHO PENAL.



Por: Jorge Arturo Abello Gual.

Luego de ver y estudiar varios casos de psicópatas en Colombia, como el de Luis Alfredo Garavito, el del Monstruo de los cañaduzales, y el de Uribe Noguera, se desprende un gran debate sobre cómo debe tratar el derecho penal a estos personajes que sin duda sufren de varios trastornos mentales en varias dimensiones: por un lado se encuentra el debate de la calle, en las que clasifican todas las discusiones que se presentan en las reuniones sociales y en la actualidad, en las redes sociales que todos los días es más intensa. Estos debates son alentados por los medios de comunicación que a menudo filtran, editan, emiten juicios, proponen debates, agregan información, con estudios y conceptos, pero sobre todo muchas opiniones que enardecen las discusiones.

Pero sobre el tema, también hay dos tipos de debates académicos muy importantes, por un lado el de los psicólogos y los psiquiatras que valoran la conducta de los psicópatas desde el punto de vista clínico, y por el otro, el de los penalistas que buscan dar una respuesta jurídica sobre el trato que deben recibir estos delincuentes. 

Yo solo soy abogado y penalista, y por ello solo puedo emitir un concepto jurídico. Ahora bien, ¿Qué puede decir un abogado y un penalista sobre este tema? Lo primero, es que estos casos rompen todo el discurso humanitario de la resocialización de la pena, o el poder de prevención del derecho penal. En primera instancia, el discurso de resocialización se destruye en estos casos, porque científicamente no existe un tratamiento que pueda garantizar la curación de los psicópatas, asesinos en serie, pedófilos y violadores. Así las cosas, no existe ninguna garantía para la sociedad, de que este tipo de criminales luego de pasar por la cárcel, hayan superado sus trastornos mentales y no vuelvan a delinquir. Y en segunda instancia, este tipo de delincuentes actúa por una “necesidad psicológica” u “obsesión”, por lo tanto, la prevención general de la pena en ellos es casi nula, pues ellos actúan llevados por un deseo “casi narcótico”, el que hacen prevalecer por encima de cualquier obstáculo, incluso que le impongan una cadena perpetua.

En principio se debe tener en cuenta que en Colombia por limitación constitucional, no se podrían las siguientes penas:

ARTICULO  11. El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.

ARTICULO  12. Nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

Por otra parte, el código penal clasifica a los delincuentes en dos categorías, por una parte se encuentran los imputables, y por el otro los inimputables. La diferencia entre ambos tipos de delincuentes la define el artículo 33 del Código Penal así:

Artículo 33. Inimputabilidad. Es inimputable quien en el momento de ejecutar la conducta típica y antijurídica no tuviere la capacidad de comprender su ilicitud o de determinarse de acuerdo con esa comprensión, por inmadurez sicológica, trastorno mental, diversidad sociocultural o estados similares.

No será inimputable el agente que hubiere preordenado su trastorno mental.

Los menores de dieciocho (18) años estarán sometidos al Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil.

De acuerdo con lo anterior, existen dos causas para que una persona sea considerado inimputable, y son:  por un lado, un componente cognitivo, donde se valora la capacidad del delincuente para comprender la ilicitud de su acto; y por el otro, una de carácter volitivo donde se valora la capacidad del criminal, para determinarse de acuerdo con esa comprensión. Y las causas según la Ley, para la afectación de esa comprensión o esa autodeterminación, pueden ser un trastorno mental, una inmadurez sicológica o la diversidad sociocultural, pero también queda abierta la fórmula a otros estados similares.

En el caso de los psicópatas, hay una especie de consenso que dice que los psicópatas sufren de un trastorno que les impide tener empatía con las otras personas, y por lo tanto, se les dificulta sentir los sentimientos y dolores de otro ser humano. Algunos añaden que pueden disfrutar o incluso sentir placer por el dolor de otro. Igualmente se añade que tienden a no sentirse culpables por los hechos que hacen.

En el caso de los agresores sexuales o violadores, existe una categorización que es útil, pues parte de tres perfiles genéricos, aunque debe aclararse que pueden existir otras categorías, que es la siguiente:
      
      a.       Delincuentes sádicos, que son los que tienen una personalidad muy agresiva, y por lo tanto, en el caso de cometer delitos sexuales, éstos individuos canalizan toda su agresividad con el acceso carnal, es su forma de causar daño o de agredir a la persona con la cual expresan sus instintos violentos. En la guerra de los Balcanes y en Ruanda, una de las formas de agresión generada entre los grupos en disputa, era la agresión en contra de las mujeres, como un duro golpe desmoralizante al contendiente, y era fomentado por el estado de barbarie y violencia que impone la guerra. En Colombia, en el conflicto armado se han reportado casos de violación de mujeres, como una forma de violencia o retaliación a sus enemigos, así se presentaron casos de guerrilleros, de paramilitares y de militares, en contra de mujeres pertenecientes a los otros grupos, o en contra de mujeres que eran cónyuges, o compañeros, o hijas, de integrantes de otros grupos.
      
      b.      Delincuentes oportunistas, son aquellos basados en el anarquismo, es decir, no siguen las normas, no tienen sentido de respeto hacia las reglas mínimas de convivencia, así que viven por fuera de la Ley, y les da lo mismo matar, hurtar o violar, solo buscan la oportunidad para satisfacer sus necesidades.
      
      c.       Delincuentes con problemas de formación sexual, son personas que tenido eventos traumáticos en su etapa de formación sexual, son por ejemplo, las personas que han sufrido violación en edades tempranas, hombres con baja autoestima y con problemas de socialización con el sexo opuesto, pedofilia, ninfomanía, exhibicionismo, y otro tipo de conductas que generan algunos trastornos en la conducta, que terminan por afectar el comportamiento, hasta llegar a realizar delitos. Los problemas de formación sexual surgen también, en el caso de los hombres, cuando hay dificultad en mantener relaciones de coordinación con una pareja, y se sienten más cómodos con relaciones de subordinación, en estos casos, los hombres subordinan a sus parejas a través de la violencia, llegando a la violación de las mismas, o en un deseo reprimido, acudiendo a la prostitución, o a la violación de otras personas.

Uno de los problemas de los delincuentes sexuales, es que este tipo de delitos se puede convertir en pasionales, cuya motivación es meramente instintiva o emotiva, a tal punto que no hay forma de que estos delincuentes hagan un análisis racional entre los costos y los beneficios de la realización de un delito, y a falta de dicha ponderación, terminan realizando el delito por una obsesión  hacia una persona, que son los casos de los acosadores y de los celosos compulsivos, que terminan agrediendo sexualmente a una mujer, y en muchas ocasiones, matándola por considerarlas como un objeto de pertenencia o un trofeo, que les pertenece a ellos y a nadie más. Los delitos pasionales, son los más difíciles de prevenir, porque al delincuente no le importa que le impongan 50 años o diez cadenas perpetuas, porque al delincuente lo que realmente le interesa es satisfacer sus necesidades. En el caso de los violadores, éstos pueden ser perfectamente delincuentes pasionales, cuando lo único que buscan es satisfacer un deseo o un instinto, o una obsesión por alguna persona. Un ejemplo de estos delitos pasionales son los de los esposos que matan a sus esposas por celos, o incluso el caso de Natalia Ponce de León, quién fue víctima de un delincuente obsesionado por ella.

Otro punto que se debe analizar en los casos de los violadores, es determinar si además de psicópatas, se han convertido en asesinos en serie, y ello ya es un tema más complejo. Los asesinos en serie son llamados así por que incurren varias veces en un patrón de conducta delictiva que se puede caracterizar como homogénea. Es decir, el asesino en serie mantiene un mismo patrón para asesinar y convierte su conducta en un ritual. Todos sus actos pueden tener varias características comunes, como son la similitud morfológica de las víctimas, las mismas lesiones, el mismo modo operandi, un arma especial, un patrón de muerte similar, entre otros. Cuando un delincuente sexual se convierte a su vez en un asesino en serie, es mucho más complicado prevenirlo y capturarlo, pues se especializa, y comienza a generar un placer “casi narcótico” por lo que hace, que para él se convierte en un arte, que va perfeccionando a medida de que van creciendo sus víctimas. Cuando las autoridades comienzan a seguirle la pista, comienzan a sufrir de un delirio y se vuelven mucho más agresivos y peligrosos para las víctimas y la sociedad en general, pues se convierten en delincuentes pasionales, y todo el que se atraviese en su camino es una amenaza que le impide lograr su objetivo y su obsesión.
Luego de analizar todo este panorama desde el punto de vista social, si el psicópata sufre de uno o varios trastornos que son la base de su comportamiento, el debate que se traslada al campo jurídico, es el de determinar si el delincuente puede ser considerado como inimputable o no.

Si se considera inimputable, con trastorno mental de carácter permanente, se le puede recluir en un centro psiquiátrico hasta 20 años, si el trastorno es de carácter temporal, se puede recluir en un centro psiquiátrico hasta 10 años.

Si por el contrario se le considera como un imputable, puede afrontar penas de prisión hasta de 60 años.

Hasta el momento, Garavito, el Mostruo de los cañaduzales y el último caso del Uribe Noguera, todos han sido considerados como imputables, al determinarse por parte de los jueces que todos ellos actuaban con plena comprensión de la ilicitud de sus actos, y por ello, no fueron tratados como inimputables a pesar de ser evidente que sufrían de trastornos mentales. Por esta razón es que no fueron a centros psiquiátricos, sino a la cárcel.

Sin embargo, esta postura no se encuentra libre de objeciones por parte de la doctrina, pues en los casos de psicópatas y otros casos similares, son los trastornos mentales y personales, las causas por las cuales ellos cometen los delitos, pues de no sufrirlos, de seguro no los cometerían, y actuarían como las demás personas.

De acuerdo con lo anterior, los delincuentes con trastornos mentales no requerirían de tratamiento penitenciario dirigido a la resocialización, sino de un tratamiento psiquiátrico que busque curarlos de su enfermedad (Arts. 4 y 5 del Código Penal). Sin embargo, son recluidos en prisión donde nunca recibirían el tratamiento que ellos requieren, y cuando quedan libres por cumplimiento de la pena, hay menos garantías de su posible recuperación y resocialización, y ello es mucho más peligroso para la sociedad.

El gran problema con la postura de internarlos en centros psiquiátricos, es que en el caso de recibir tratamiento médico y se les certifique que el trastorno desapareció, podrán volver a la sociedad libres. Pero, en el caso de los violadores y pedófilos, donde los psiquiatras han manifestado que no existe seguridad de un tratamiento efectivo para curarlos, el máximo tiempo que pueden durar recluidos en un centro psiquiátrico según la Ley es de 20 años.

Ahora bien, de acuerdo con la Constitución y los tratados internacionales de derechos humanos suscritos por Colombia, el fin de la pena debe ser la resocialización del individuo, para que éste vuelva a la vida en comunidad, sin embargo, por un lado en la cárcel los delincuentes sexuales no reciben un programa de resocialización tendiente a que vuelvan a la sociedad, pues este tipo de delincuentes requiere de un tratamiento clínico especial que no está disponible en las cárceles de Colombia; y por el otro, los centros psiquiátricos que le podrían brindar un tratamiento a este tipo de delincuentes, no pueden certificar su curación y el tiempo de reclusión es muy corto, para el peligro que estos delincuentes representan para la sociedad.

Así las cosas, considero que el derecho penal en el caso de los violadores y pedófilos no tiene una respuesta satisfactoria, y no puede tratarlos como otro tipo de delincuentes, o como cualquier tipo de inimputables. Se requiere categorizar a estos delincuentes de una forma especial en el código penal y tratarlos de una forma más coherente con su situación mental. De esta manera, se requiere:
      
  1.        Que reciban una valoración médica de su estado mental.
  2.       Que se les coloque en un lugar de reclusión donde reciban un tratamiento médico adecuado con su estado mental, pues de lo contrario ni se cumple el fin de la resocialización, ni tampoco se puede intentar su curación, y si ello no es así, cuando cumplan la pena, salen libres a la sociedad con el mismo problema.
  3.      Y que se les impongan tiempos de reclusión suficientes para neutralizar el riesgo que su enfermedad representa para la sociedad, partiendo del delito cometido, que puede ser como mínimo de 40 años.
  4.      Por otra parte, el sitio de reclusión no puede ser cualquier centro psiquiátrico debido a que las condiciones de seguridad de estos establecimientos no son los apropiados para mantener recluidos a las personas más peligrosas que pueden existir en la sociedad. Estas personas deben ser recluidas en pabellones de máxima seguridad, para evitar que se escapen de la prisión, y que otras personas atenten contra su vida.


Lo cierto es que la discusión sobre la inimputabilidad de estos individuos lleva a la Ley penal a unos tratamientos punitivos que no van acorde con la condición mental de los delincuentes, porque si los trata como personas normales salen de la cárcel y siguen representando el mismo peligro para la sociedad. Y por la otra, no pueden estar en centros psiquiátricos en los que se puedan escapar y donde no exista personal idóneo para saberlos controlar y tratar. En estos casos, la curación no podría ser el único fin de sanción, pues no existe un tratamiento que científicamente garantice que una persona como Garavito no vuelva a delinquir. De acuerdo con ello, la curación no se encuentra aprobada científicamente para este tipo de delincuentes, así que se hace necesario que el tratamiento sea aplicado como una fórmula integrada a su proceso de resocialización, y busca mejorar su calidad de vida, dándole un tratamiento para su enfermedad.

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